Debemos afirmar la minería como principal rubro generador de empleos y regalías

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Partiendo del hecho comprobado de que los minerales aumentaron su participación en el rubro de las exportaciones nacionales subiendo en porcentaje de un 23 por ciento el 2009 a un 30 por ciento más en lo que va de los primeros cinco meses de la gestión 2010, realmente tal tendencia ocupa la atención de los entendidos vislumbrando inclusive mejores situaciones en el segundo semestre del año en curso.

Para tener una idea más clara de las ventas de nuestros minerales en el tiempo de cinco meses (enero a mayo) de la presente gestión, la suma totalizó 779,09 millones de dólares, en tanto que en la gestión pasada del 2009 la exportación llegó sólo a 471,92 millones de dólares. El incremento significa un 65 por ciento con dividendos que favorecen a las arcas del Estado y en cierto porcentaje a la región a través de las regalías.

Se ha establecido que el 50 por ciento aproximadamente de los ingresos en el Tesoro Departamental corresponden a las regalías mineras y naturalmente su monto global no cubre las expectativas de proyección en la ejecución de una serie de proyectos, tanto en el área rural como otros de impulso en la ciudad.

Las cifras con las que se manejan las cuentas del presupuesto departamental están en relación al 3 por ciento de regalías mineras, por lo que se plantea al Ejecutivo un incremento hacia el 5 por ciento, gestión que sin embargo tendría que cumplirse seguramente por Decreto Supremo (D.S.), pero en su aplicación legal con modificaciones a través de una Ley y posiblemente la reglamentación en la nueva Ley sectorial.

Especialmente en el caso de Oruro la situación se torna delicada si tomamos en cuenta que las “puras regalías” no permitirán el cumplimiento de metas que sean propuestas en el nuevo esquema de la autonomía regional, por tanto es válida la preocupación de pensar en un reajuste porcentual de las mismas, pero sin que tal situación afecte los sistemas de producción o los otros que están relacionados directamente con inversiones, por eso el planteamiento debe ser parte de un mecanismo manejado a nivel Ministerio y ONG con seguridad de garantizar un flujo financiero de valor utilizable en el avance departamental.

En realidad la minería regional es sumamente importante para garantizar la provisión de fondos al Tesoro de la Gobernación de manera tal que esos fondos sean directamente reinvertidos en el mismo rubro, es decir en la minería pero desde los planes urgentes de exploración de yacimientos, la consolidación de los mismos y la explotación de nuestros recursos naturales como soporte imprescindible de la futura economía autonomista.

Hay que deducir que estamos hablando inicialmente de la minería global pues tanto el sector minero privado, con mayor incidencia en materia de regalías, pero también el estatal, caso concreto de Huanuni y la Fundición son muy importantes en la generación de regalías, a lo que se suman los cooperativistas que también contribuyen en el renglón financiero.

Pero lo importante cuando se toca el tema de la producción minera y su efecto de beneficios, tanto al generar fuentes de empleo directa e indirectamente como las regalías mineras, obligan a observar algunas contradicciones que deben ser corregidas en materia de asistencia presupuestaria, caso de los cooperativistas que han recibido importante financiamiento estatal para establecer una comercializadora de minerales y la implementación de un ingenio, además de un fondo de “operaciones” en el periodo de los precios bajos, mientras que el sector privado, como el de la minería chica, pese a la potencialidad de sus operaciones y la generación de regalías no recibe ni siquiera un capital de apoyo para mejorar sus operaciones.

Los mineros chicos han planteado concretamente la restitución de un “Banco de Fomento” para impulsar la minería en conjunto, pero de momento no hay ninguna respuesta al respecto, aunque se habló específicamente de un Banco del Oro que por supuesto sólo favorecería a ciertos productores del metal precioso, ni siquiera a todos los que están en el rubro aurífero.

Un reciente informe de tipo interno en la Gobernación local revela que en el primer semestre del año presente se recaudaron más de siete millones de bolivianos por concepto de regalías mineras, cifra que se espera sea superior en la segunda parte del año, considerando la vigencia casi inalterable de precios internacionales en las pizarras de Londres y Nueva York.

El zinc y el estaño son los minerales más solicitados en el exterior y su precio se mantiene en niveles de rentabilidad y su producción corresponde de manera casi exclusiva a los distritos de Huanuni, caso estaño y el zinc a cooperativas mineras. En la generación de regalías gran parte del porcentaje es producto del pago que hace la minera Inti Raymi, que todavía explota oro en la zona de Iroco, al oeste de la ciudad.

Con estos antecedentes es lógico que se exija medidas muy concretas en defensa e impulso de la minería, particularizando el caso de Oruro que en el tiempo inmediato debe encarar su destino con el uso de sus recursos y la recuperación de tales utilidades, vía impuestos y regalías.

Fuente: LA PATRIA