Por las repercusiones que emergen en las más importantes instancias de la representatividad departamental a nivel institucional, caso del Comité Cívico, la Federación de Empresarios Privados y las de orden profesional y técnico nos dan la razón cuando “machaconamente” señalamos en varias oportunidades y en este mismo espacio que la construcción de un “aeropuerto internacional” resultaría inviable ampliado en el sitio del actual Juan Mendoza.
La simple observación de área, ubicación de asentamientos poblacionales, la ubicación de un Parque Industrial y un botadero de basuras, en un extremo, por otra parte la elevación geográfica con un cerro en el extremo norte, donde está parte de la ubicación de viviendas y además gigantes torres de alta tensión, hacen pensar que pretender mover toda esa infraestructura es poco menos que imposible, salvo si se hace una “super” millonaria inversión que no justificaría en modo alguno lo que se puede gastar en habilitar el aeropuerto en otro sitio apto y con mayores ventajas para tan importante proyecto.
No se trata de ampliar el aeropuerto “hasta donde estire la liga”, sólo por satisfacer algún capricho político sectario, se trata de exigir para Oruro un verdadero aeropuerto internacional con toda su infraestructura de modernas características y con perspectivas de crecimiento de acuerdo a las necesidades del crecimiento de servicios, hecho que no podría darse allí donde ya ahora es imposible hacer más ampliaciones.
El Presidente de la Nación ha ofrecido recursos económicos para encarar el tema del aeropuerto internacional, situación que no tendría que variar si existe una decisión responsable y profesional de desestimar la implementación del nuevo aeropuerto donde existe el actual con dimensiones muy reducidas y prácticamente inviable para transformarlo en internacional.
El Primer Mandatario y algunos técnicos afines al proyecto deben darse cuenta de lo que realmente es más conveniente para Oruro, para su desarrollo, para la seguridad de su población y sobre todo para resguardar su economía, de manera que no se dilapiden más recursos en algo que no es posible y los fondos existentes sirvan de manera concreta en viabilizar la ubicación de esa infraestructura allí donde ya hay una base primaria de construcción y que significaría un ahorro millonario a nuestro distrito que no tiene suficientes fondos para gastarlos sin sentido y sin provecho.
Necesitamos de un aeropuerto internacional que esté ubicado con mayor proximidad a lo que también sería la infraestructura del Puerto Seco, por tanto es necesario que profesionales orureños de alta responsabilidad y sentido de ubicación en los proyectos locales se hagan cargo de establecer las ventajas técnicas, financieras y de ubicación práctica para consolidar no uno, sino dos proyectos de una vez, Puerto Seco y Aeropuerto Internacional. La infraestructura inicial para los dos emprendimientos está en la zona de La Joya a poco más de media hora de la ciudad de Oruro.
Hay que pensar en ganar tiempo al tiempo, el Puerto Seco ya debería estar funcionando en su fase operativa de gestiones, el aeropuerto internacional también recibiría ya cierto tipo de naves, todo esto significa ahorro, además consolida nuestros proyectos. Los recursos prometidos deben ser honrados para encarar nuestros más caros anhelos.
Fuente: LA PATRIA
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