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Sábado 24 de agosto de 2019

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Revista Tu Espacio

EL ARTISTA DE LA SEMANA - Homenaje póstumo

Hernán Ponce: Una cosa es hacer cultura y otra valerse de la cultura

24 ago 2019

Por: Lic. Vannia Isabel Miranda Pinaya - Exclusivo para Tu Espacio

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Cuando deja de existir un artista, algo se estremece. Cuando deja de latir el corazón de un artista todos vuelven de nuevo la mirada a él, a algunas de sus interpretaciones, a algunas de sus obras, a algunos de sus legados, a algunas de sus frases. Y entonces, como en un acto reflejo, volvemos a leer alguna página, a escuchar un disco, a buscar una imagen. Y nos empapamos una vez más en ellos.

En pasados días despedimos a Hernán Ponce que nació el 2 junio de 1963 considerado "un innovador de la percusión andina boliviana". Debutó con el grupo Tiempo y Distancia en 1982 en la peña Wara. Grabó más de 90 placas discográficas junto a reconocidos artistas bolivianos como Zulma Yugar, William Centellas, Luis Rico, Los Jairas, Jenny Cárdenas y Ernesto Cavour. En 1982 debutó en la peña Wara. Su primer instrumento fue la quena. Empezó a tocarlo a sus 8 años de edad. Pero luego, desde sus 20 años, se apoderó de la percusión.

Hernán contaba: "Tenía mi grupo que para ese entonces era Tiempo y Distancia. Los integrantes éramos jóvenes estudiantes. Luego fui a la peña Naira y ahí tuve el contacto con el maestro (Ernesto) Cavour, Luis Rico, Jenny Cárdenas, Gerardo Arias, Zulma Yugar, era el lugar de encuentro de artistas. En esa época había tanto quenista como Lucho Cavour, Julio Céspedes, Johnny Pacheco y otros, que decía, qué voy a hacer con estos maestros. Tengo que tocar un instrumento que nadie toque y justo veía en la peña que el bombo tocaban los que no podían tocar otros instrumentos, era la última opción, y ese ha sido un reto para mí, porque cuando me animé a agarrar este instrumento dije que quería ser artista y el artista puede manejar cualquier instrumento, como ahora, que soy polifacético. Entonces agarré la percusión y me encerré un año, el bombo que me prestaron para la percusión era de Clar Ken Orosco. Con la percusión es con la que he tenido más éxitos y la posibilidad de tocar con los grupos más cotizados"

Hernán contaba: "Tenía mi grupo que para ese entonces era Tiempo y Distancia. Los integrantes éramos jóvenes estudiantes. Luego fui a la peña Naira y ahí tuve el contacto con el maestro (Ernesto) Cavour, Luis Rico, Jenny Cárdenas, Gerardo Arias, Zulma Yugar, era el lugar de encuentro de artistas. En esa época había tanto quenista como Lucho Cavour, Julio Céspedes, Johnny Pacheco y otros, que decía, qué voy a hacer con estos maestros. Tengo que tocar un instrumento que nadie toque y justo veía en la peña que el bombo tocaban los que no podían tocar otros instrumentos, era la última opción, y ese ha sido un reto para mí, porque cuando me animé a agarrar este instrumento dije que quería ser artista y el artista puede manejar cualquier instrumento, como ahora, que soy polifacético. Entonces agarré la percusión y me encerré un año, el bombo que me prestaron para la percusión era de Clar Ken Orosco. Con la percusión es con la que he tenido más éxitos y la posibilidad de tocar con los grupos más cotizados"

Cuando deja de existir un artista, algo se estremece, ¡sí! porque, sí lo ha sido verdaderamente, ha recreado en su obra las alegrías y los desencantos, las pasiones y las tentaciones, las bondades y las miserias y ha dejado su huella indeleble en ellos.

Sus interpretaciones con el bombo, el manejo de instrumentos como el platillo, el bellthree, el vibra slap, los triángulos, el afuche; y las piezas nativas como las chajchas y el toncoro, este último creado por William Ernesto Centellas, ha sido la constante innovación de adaptar estos instrumentos a la música boliviana contemporánea y nuevas formas de acompañamiento rítmico para composiciones folklóricas bolivianas y en el género del jazz, que le permitió estar en escenarios de América, Europa y Asia. Su producción tuvo particular acogida en escenarios internacionales de Japón y Taiwán, que vieron y disfrutaron de la versatilidad del músico boliviano.

La noche del domingo 18 de agosto de 2019, Sobodaycom confirmaba la defunción del maestro Hernán Ponce, lo cual desencadenó una fuerte emoción en los artistas que conocieron y compartieron en vida con el innovador de la percusión andina boliviana.

"Lo conocí a finales de los 80 en Tiempo y Distancia, compartimos en Luz del Ande, también en el proyecto Altitud, pienso que Hernán ha sido un músico que ha aportado y revolucionado en la percusión, su ejecución, forma de interpretación del bombo principalmente, ha grabado con los mejores músicos del país. Su característica más importante era su honestidad, podía estar equivocado o no, pero era muy sincero. La sinceridad y honestidad es una virtud, muy defensor de su familia y amigos. Investigador, conocedor, apasionado. Musicalmente era un ser de luz. Muchas anécdotas, el creador hizo que sucedan ciertas vivencias, me invitó a cantar con Ensamble Andino que fue lo último que compartí con Hernán", son palabras sentidas de Wilson Molina, cantautor boliviano.

Hernán Ponce, nos dijo alguna vez: soy artista y no músico. "Hay que diferenciarlos. Hoy el músico se ha dedicado a hacer servicios prestados. Son aquellos ejecutantes que hacen covers, pero el artista es el que genera y plantea propuestas, como yo, por ejemplo, hice con la percusión: adaptar este instrumento a diferentes ritmos y además componer. Cuando entro al estudio, no me dicen: Quiero esto, quiero aquello. Me dicen: escucha, ¿cómo vas hacer esto? Y ahí empiezo a componer, porque en mi trabajo de percusión se escucha bombos, platos, efectos de sonorización, entonces ahí es donde pienso que he hecho algo. Una cosa es hacer cultura y otra valerse de la cultura". Con esas palabras profundas hoy despedimos a un referente eterno de nuestra música boliviana. Hernán Ponce, El Artista de la Semana.

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Cel. 72479819

vannibel1980@gmail.com

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