La industrialización de productos estratégicos

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En el nivel superior de la administración gubernamental, precisamente en ese sitio en que deben analizarse detenidamente las circunstancias presentes, prioritariamente aquellas que tienen que ver con la posición financiera del país, se han asumido algunos cambios para lograr compensar los altibajos que se producen por la marcada dependencia de nuestras exportaciones de materias primas, el gas y los minerales.

Una salida que pueda establecer ese interés de cambio en el sistema productivo y que se consolide en una próxima etapa de industrialización, apuesta desde la estructura de mando oficial a una ampliación necesaria en la actividad agropecuaria, que en tiempo y espacio se convierta en un factor de alto rendimiento que haga sostenible el desarrollo nacional, dando mayor importancia al crecimiento de varios rubros alimentarios, que pasando por su industrialización, podrán competir con los que actualmente todavía importamos.

Tomando en cuenta que alternativamente se podrá "acudir" a la producción de ciertos subproductos provenientes de la actividad minera, tal el caso de cloruro de potasio y carbonato de litio se entiende que se dispondrá de todo un sistema adecuado a lograr esos productos que tienen mercado asegurado y por lo mismo serán parte de la estrategia de cambio para ampliar la frontera agrícola.

Sin embargo es necesario establecer con claridad cuáles son los problemas que en el tiempo presente deben ser considerados como esenciales para encarar el sostén de un flujo de exportaciones agrícolas, reconociendo que, en el caso de hidrocarburos y de manera especial en el caso del gas, su precio registra un bajón especial, en función a la caída del precio del barril de petróleo, que sirve de referente para su valor de comercio.

En cuanto a la minería, hay otro cantar y es que los buenos ritmos se han convertido en la última etapa en nada más que sonidos, que con cierta estridencia señalan el movimiento de muchas cifras que en realidad, son simplemente eso�cifras referenciales, porque sigue la deficiencia en disponer un soporte que realmente posibilite encarar un plan de prospección y exploración para habilitar nuevos yacimientos mineros que entren en el ritmo de producción y recuperen la importancia en el rango general de nuestras exportaciones, ojala fuese con la transformación industrial que debe ser encarada con la seriedad que merece, garantizar el bienestar de los bolivianos, al amparo del buen uso de sus recursos, la industria minera diversificada y exportada con valor agregado, mejorando las exportaciones y fomentando el crecimiento de un país en verdadero desarrollo.

Pareciera que "nos sumamos" a la cantaleta oficial, empero, en el orden de la realidad en que se desenvuelve nuestra economía, faltan decisiones elementales para encarar las transformaciones necesarias, que puedan ser implementadas desde la cúpula actual del Estado y persistan en el futuro, con cualquier gobierno que se precie de responsable para conducir la nave gubernativa.