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Jueves 22 de agosto de 2019

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Ecológico Kiswara

Minina: El homenaje "post mortem" de una mascota

22 ago 2019

Fuente: LA PATRIA

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"El gato elige si esperar a su amo en el cielo o reencarnarse para reencontrarse en la Tierra", con esas palabras Ameli Pérez daba un suspiro de esperanza, mientras su corazón latía a mil, con los recuerdos a flor de piel de todas las vivencias que pasó junto a su mascota de nombre "Minina", una gatita de raza Mau Egipcia.

Hace algunos años, ella había tenido otra mascota, bautizada como Pelusa, era muy querida en su casa, pero tenía hongos en la piel y pese al intenso tratamiento que se le practicó no recuperó y tuvieron que hacerla dormir, con el objetivo de evitarle mayor sufrimiento.

El recuerdo de la mascota aún estaba latente, pese a los cinco meses que ya habían pasado, entonces la mamá de Ameli, decide llevar a su casa otra gatita y le colocan el nombre de Minina, era de raza Mau Egipcia, ploma con manchas, tipo tigresa con pecho blanco.

CONQUISTA

Ella no quería saber nada de la mascota, debido a la enfermedad que padeció. Sin embargo, con el paso de los días fue Minina quien se acercó a su nueva ama. No podía rechazarla, porque la gatita realmente era encantadora, motivo por el cual se hicieron grandes amigas, incluso establecieron un lazo que perdura hasta la actualidad, pese a que la pequeña felina ya no está más sobre la faz de la Tierra.

Ella no quería saber nada de la mascota, debido a la enfermedad que padeció. Sin embargo, con el paso de los días fue Minina quien se acercó a su nueva ama. No podía rechazarla, porque la gatita realmente era encantadora, motivo por el cual se hicieron grandes amigas, incluso establecieron un lazo que perdura hasta la actualidad, pese a que la pequeña felina ya no está más sobre la faz de la Tierra.

Su alimento favorito era la comida balanceada, sin embargo, también disfrutaba de otras delicias como el yogurt, el helado de vez en cuando y pollo.

"Ambas compartíamos todo, la quería mucho y la llamaba mi bebé. Cuando llegaba del colegio lo primero que quería ver era a ella. Existía un cariño muy fuerte. Pasábamos las tardes juntas, era traviesa, destrozaba mi cuarto, las tareas que hacía, pero siempre la perdoné y la adoré mucho", afirmó.

Minina quedó preñada varias veces, pero fue complicado esterilizarla porque no se acercaba fácilmente a las personas. Hasta que finalmente después del nacimiento de varias camadas decidió hacerla operar, pero nunca se concretó, porque el destino de la gatita estaría marcada por la muerte.

La mascota estaba muy acostumbrada a subir a los techos, se preñó una vez más. Pero en esta ocasión hubo una pelea con otros gatos y se perdió un par de días. Volvió flaca, con sangre y se dieron cuenta que había perdido a sus crías.

EL DESTINO

La llevó al veterinario y el médico la atendió en tres oportunidades, mientras que Ameli asumió el rol de mamá, incluso faltándo durante una semana a la universidad sólo para cuidar a su querida mascota. Logró recuperarse, sin embargo, Minina no aprendió la lección y volvió a subir al techo para pelear con sus vecinos.

Se puso mal y murió. "La quise mucho, nunca me olvidaré de ella. Recuerdo que cuando estaba en la universidad, le pedía que me haga despertar y lo hacía a la hora que le pedía, para estudiar".

Al fallecer Minina, su ama entró en una depresión que le duró casi cuatro meses. La pérdida fue, en un determinado momento, insuperable, pero, decidió ayudarse y saber qué pasa con los animales cuando dejan a sus amos y al encontrar un estudio en México, se consoló con la frase: "El gato elige si esperar a su amo en el cielo o reencarnarse para reencontrarse en la Tierra".

Fuente: LA PATRIA
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