Jueves 22 de agosto de 2019
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A todos nos llena de orgullo saber que organismos del orbe, encargados de contribuir al resurgimiento de los pueblos, hagan hincapié de que Bolivia este catalogada como una nación progresista capaz de aumentar y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
Esa clasificación, muy poco divulgada en nuestro medio nos debe reaccionar en sentido de estar unidos para encarar el próximo quinquenio, realizando un trabajo ordenado con el conocimiento seguro, claro y evidente de que el desempeño que hagamos, se traducirá en un conjunto de medidas dirigidas a fortificar el despegue de un suceso que conduzca a un crecimiento autosostenido de la economÃa.
Tomando en cuenta ese punto de vista, el nuevo gobierno a ser elegido el 20 de octubre, necesariamente debe tener la visión de encaminar un plan de amplia diversificación económica, velando por el buen funcionamiento de los entes productivos del paÃs, cuyo resultado sea de un beneficio integral.
No debe despreciarse la captación de capitales privados que sirvan de aliciente en la tarea de agrandar los programas mineros, agrÃcolas, industriales y financieros, con el fin de atender una creciente demanda derivada del constante crecimiento poblacional, lo cual significa, inclusive, incrementar el aparato productivo, la consiguiente creación de nuevos empleos y mejorar la estructura de la administración estatal.