En busca de la propia identidad

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Cuando se da el desarrollo físico también incluye la conducta, emociones y conocimientos formando una madurez psicosocial. En esta etapa el adolescente va en busca de su propia identidad, la relación del grupo que le gusta para compartir, como propio a su edad, también la intelectualización y sus formas de fantasear.

Normalmente la vivencia de una crisis religiosa y cuestionamientos a los valores, a veces en forma extrema, sufriendo una desubicación temporal. El desarrollo sexual es de acuerdo a la información que recibe y a la comunicación dentro del hogar para conducirse con o sin riesgo, para equilibrarse en su conducta dentro lo social.

Hay muchas contradicciones de conducta de acuerdo a la edad, es que a veces no hay una visión más allá para ver riesgos de salud. Los sentimientos y pensamientos que influyen en el ámbito externo del hogar, hacen que progresivamente busquen la independencia paterna.

El cambio de carácter o de humor es cambiante de acuerdo al afecto que recibe. La madurez con la que alcance será para tomar decisiones complejas y establecer su propia escala de valores, los mismos que le ayudarán a enfrentar los problemas, pero también en la vida adulta.

Teniendo todas las características de esta edad se podrá establecer una identidad, tomando en cuenta dos factores que los definen, una de ellas es la formación de la autoestima y de la aceptación de la imagen que se tenga.

Ambos ayudarán en proveer confianza, establecer los límites y separar la independencia paterna.

Es una etapa difícil este momento, porque la conducta en el adolescente es rebelde y los conflictos con los padres van en aumento. Al no querer enfrentar estos conflictos hay un escape generalmente con los grupos de pares, pero se lo hace en forma equivocada porque el lazo más fuerte de afecto, está en el hogar.

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