Economía cuestionada

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Y no es que se trate de un problema estrictamente político, como quieren mostrar algunas autoridades del área financiera o de ministerios de rol productivo, como el de energía o el de minería, cuyos titulares hablan de muchas cifras, en miles y miles de dólares y en cientos de perspectivas económicas, que para gran parte de la comunidad, no pasan de anuncios simplemente electoralistas y por lo mismo "volátiles" como globos con gas.

Hay un hecho natural y por lo mismo de alta responsabilidad en los niveles superiores, especialmente cuando se confirma que nuestra economía "seguirá dependiendo de la explotación precaria de nuestras materias primas no renovables y de su dificultosa exportación, como el caso de nuestros minerales, que pierden alto porcentaje de su valor real, porque salen como concentrados y sin valor agregado. Otro esquema es el de la venta de nuestro gas, cubriendo las cuotas establecidas de suministro, pero con algunas restricciones generadas por los compradores, en materia de cupos y la posibilidad de suplir los nuestros con su propia carga productiva.

Se cuestiona la política económica nacional, cuando se mencionan ciertos índices, como el de la pobreza extrema que sigue siendo preocupante y se la observa en las calles de las ciudades, con un aumento de mendigos procedentes del área rural donde las condiciones de vida son extremadamente difíciles, pese a los anuncios de soluciones que no se dan. El tema del empleo sigue en abierta contradicción, pues mientras el Gobierno engloba todo lo que produce ingresos, sin separar claramente, la fuente mayoritaria de los empleos informales, transitorios y perjudiciales, frente a un estático proceso de crecimiento laboral, en fuentes seguras, con derechos y beneficios, que en realidad no se han incrementado.

La parte importante de la economía, sin embargo, sigue siendo la explotación de nuestras materias primas, sectores en los que, como en la minería específicamente no se han hecho mayores avances y no se han habilitado nuevos proyectos que capten buena cantidad de mano de obra desocupada, pero que aseguraría su futuro inmediato, como la situación de profesionales de la minería tan requeridos para desarrollar nuevos emprendimientos. En el caso de los hidrocarburos, el factor laboral es limitado y crece mínimamente, en la relación del descubrimiento de más pozos gasíferos.

Expertos en economía, observan también la posición oficial, que deja de lado el contexto internacional, como si nuestro país fuera una isla apartada y sin dependencia de la economía mundial, y resulta que los grandes problemas como el que confrontan las potencias de Estados Unidos y de la China, tienen una fuerte incidencia en el comercio de nuestras materias primas, proceso del que tenemos que estar pendientes, especialmente en el juego del sube y baja de las cotizaciones para nuestros productos.

�sta situación reinante, no se sabe por qué tiempo, debe motivar a nuestras autoridades la definición de proyectos urgentes, especialmente mineros, que si bien exigen inversiones y tiempo, serán en mediano plazo, soluciones laborales con muchas fuentes de empleo, generación de divisas para el Estado y regalías para departamentos y municipios, pero además con visión de crecimiento serán la puerta de la industrialización, el futuro del desarrollo sostenible del país. Un desafió a la capacidad de nuestras autoridades.