La economía nacional depende aún del comercio de las materias primas

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Pese a las condiciones adversas en que se desarrolla el movimiento de nuestra economía, indudablemente que la misma depende aún de la explotación y comercialización de nuestras principales materias primas, los hidrocarburos con el gas en primera línea y luego con una serie de tropiezos la extracción de minerales y su exportación.

No es ningún secreto pero los hechos nos han demostrado "fríamente" que tenemos una directa dependencia del uso de nuestros recursos naturales no renovables como son hidrocarburos, pero en nuestro caso la producción especial de gas para la exportación a dos mercados importantes, el Brasil y la Argentina, en ambos casos, como señaló un especialista "dando tumbos" pero cumpliendo compromisos contractuales, pero cada vez con menos posibilidades de sostener ciertos cupos y menos aumentarlos. De asegurarse una mayor producción gasífera en pozos, lo obligado será buscar nuevos mercados, lo contrario significará asegurar la provisión necesaria del energético para uso interno.

En el caso de la minería, el panorama se presenta con características poco favorables, tomando en cuenta que el proceso de extracción - casi rutinario - en el sector estatal no tiene opciones valederas para pensar en una pronta diversificación del sistema extractivo. En el caso de la minería privada, salvando los caso de San Cristóbal, San Bartolomé, San Vicente, y otra mina de mediana capacidad, no hay nuevos emprendimientos, debido a la carencia de incentivos por una parte y de seguridad jurídica por otra, para atraer fuertes capitales, como sucede con la minería de países vecinos, en los que la minería se convirtió en el "centro productor de divisas", casos concretos de Perú, Chile, Argentina y Ecuador.

En las condiciones actuales en que se desenvuelve nuestra economía, con una visión "arribista" que expone la principal autoridad financiera nacional, todo marcha a satisfacción se supone en tal criterio personal, sin embargo las observaciones de expertos en economía, que analizan seriamente el comportamiento de nuestra economía coinciden en el hecho de que la misma está confrontando problemas que ponen en riesgo su sostenibilidad, tomando en cuenta factores tan claros, como la baja en los precios de nuestras materias primas básicas, la disminución de nuestras reservas estratégicas y al contrario el crecimiento de nuestra deuda externa que al futuro deja dudas sobre las posibilidades de pagarla, como en el tiempo que se las contrajo, con excelentes precios de nuestras materias primas, que a la fecha han disminuido en su valor de exportación y en varios casos también en sus volúmenes de producción.

Dependencia de

las materias primas

Días atrás, 10 para ser claros, con motivo de celebrarse la Efeméride nacional, nuestras principales autoridades se ocuparon de emitir discursos y exponer un movimiento de cifras, más confusas que concretas, sobre nuestra economía.

El vicepresidente del país mostró instancias favorables para el país con oportunidades en base a la explotación de las materias primas, gas y minerales, mencionando algunos datos de su comercialización, aspecto que los analistas, aclaran, señalando que cifras expuestas correspondía a un tiempo próximo pasado, cuando el precio de nuestras materias primas, realmente estuvieron en auge.Lamentablemente no se desarrollaron programas de previsión y resguardo económico, para los tiempos, como el que ya vivimos, de "vacas flacas".

Una explicación al respecto, en la visión de analistas, aclara que el uso de las materias primas no siempre solucionará el problema financiero, pues las mismas no alcanzan a generar riquezas, por tanto el movimiento de su extracción y comercialización nos mantiene como dependientes permanentes y pendientes de las cotizaciones internacionales, que como se observa son convenientes pero sólo temporalmente.

Sobre este hecho, para los expertos, la posición del Vicepresidente del país que apuesta al extractivismo, muestra una posición irreal, pues si bien hay cierto movimiento el exportar gas y minerales, no se pueden generar cambios radicales en esos rubros debido a la gran cantidad de personas que reamente "dependen" de esa economía, que por el modelo vigente es la que sustenta las rentas del Estado (bonos) y que a largo plazo si varían pueden ocasionar problemas de sostenibilidad.

El asunto es realmente complejo tomando en cuenta que los precios de materias primas cambian por temporadas y en función al control que ejercen las grandes potencias comerciales, que solo cuidan sus intereses, sin tomar en cuenta la situación de los países productores, peor aún si son parte de esa permanente dependencia. Esto significa que mientras no se avance en cierto grado de independencia industrial, para competir así sea medianamente con los grandes�hay que seguir, aun con dificultades bajo la dependencia de vender nuestros recursos no renovables, al precio que fijen los grandes compradores.

El salto industrial

Es la parte reiterativa de los discursos, de las promesas y de buenas intenciones de ciertas autoridades, cuando de manera recurrente, mencionan por ejemplo la "necesidad de industrializar la minería nacional". En los hechos no hay avances significativos, ni en los macro proyectos del litio en Uyuni y Coipasa donde se han dispuesto fuertes inversiones pero donde la tecnología todavía se resiste a ser parte del emprendimiento. Lo del hierro en el Mutún es otro cantar, ahora estamos a expensas de una empresa china que debe poner en marcha un importante complejo siderúrgico, pero aún sin fecha fija.

En lo que trata a la industrializar nuestros concentrados tradicionales y en materia de ofertas de promoción (política) se mencionan desde hace varios años, dos fundiciones de zinc, una en Oruro y otra en Potosí, incluyendo presupuesto aprobado por más de medio millón de dólares. No avanza ninguna. Tampoco se concreta de manera "técnicamente operativa" la rehabilitación de la fundición de Karachipampa. Con ese simple panorama, el proceso de industrialización minera, es poco menos que ilusorio.

Volviendo a los criterios de especialistas sobre el tema de mantener la explotación extractivista de nuestras materias primas, el asunto deberá ser repensado, tomando en cuenta que los recursos naturales se agotan, inexorablemente y por lo mismo su explotación debe ser calculada racionalmente.

En los hechos reales, la situación del gas tiene una serie de factores controversiales, frente a las necesidades de cumplir contratos, satisfacer la demanda interna y pensar seriamente en el futuro de su existencia y aprovisionamiento, tomando en cuenta que hasta el presente no se ha dado ninguna alternativa para su industrialización.

En el caso de la minería, hay una enorme perspectiva de comenzar un nuevo ciclo del sector, definiendo una política de prospección y exploración, para habilitar nuevos yacimientos y que los repetitivos anuncios oficiales se hagan realidad para impulsar el paso a la industrialización de nuestra minería, por supuesto haciendo referencia a la tradicional estatal, a la mediana privada, la chica y la cooperativizada.

Otra cosa aparte por sus características son los proyectos del litio y el hierro, que estando financiados deben alcanzar metas y objetivos definidos en estrategias que tienen que ver con la competencia internacional y por lo mismo con la eficiencia de los responsables de esos millonarios proyectos. Agencias.

Medios. P.M.