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Domingo 11 de agosto de 2019

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Cultural El Duende

Una idea que no es peligrosa, no es digna de ser llamada idea

11 ago 2019

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Estoy harto de las mujeres que me quieren. Las que me odian son mucho más interesantes.

Prefiero a las mujeres con pasado; es muy divertido hablar con ellas.

Uno siempre puede ser amable con la gente que no le importa.

Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es encantadora o tediosa.

Los únicos retratos creíbles son aquellos en los que queda muy poco del modelo y mucho del artista.

La vida jamás es justa� Y quizá eso es algo bueno para la mayoría de nosotros.

Cuando los dioses quieren castigarnos responden a nuestras plegarias.

El mundo es el escenario, pero la obra tiene un pésimo reparto.

Llamar a un artista morboso sólo porque su objeto de trabajo es la morbosidad es tan tonto como llamar a Shakespeare demente sólo porque escribió El rey Lear.

Los libros que el mundo llama inmorales son los libros que muestran al mundo su propia vergüenza.

La literatura siempre se anticipa a la vida; no la copia, sino que la modela a su antojo.

El único encanto del matrimonio es que vuelve completamente necesaria una vida de engaños para ambas partes.

El único encanto del matrimonio es que vuelve completamente necesaria una vida de engaños para ambas partes.

Ser natural es la pose más difícil de mantener.

Quizá después de todo América nunca haya sido descubierta. Yo diría que sólo ha sido detectada.

El patriotismo es la virtud del vicioso.

Hay que ser una obra de arte o llevar puesta una.

La mente de un hombre muy bien informado es algo terrible. Es como una tienda de baratijas, repleta de polvo y monstruos, donde todo cuesta más de lo que vale.

Hay muchas cosas que podríamos desechar si no temiéramos que otros las recogieran.

Los parientes son sencillamente un tedioso grupo de personas que no tienen la menor idea de cómo vivir ni el más mínimo instinto de cuándo morir.

Después de una buena cena se puede perdonar a cualquiera, incluso a los amigos.

La risa no es un mal comienzo para una amistad y es, con mucho, su mejor final.

Cualquiera puede simpatizar con los sufrimientos de un amigo, pero se requiere de una naturaleza muy superior para simpatizar con sus éxitos.

La moralidad es tan sólo la actitud que adoptamos hacia la gente que personalmente nos desagrada.

Una idea que no es peligrosa, no es digna de ser llamada idea.

Oscar Wilde. Dublín, 1854 - París, 1900.

Escritor británico

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