Minería para Oruro está en planes de largo plazo

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Para no creerlo, después de varias reuniones con autoridades nacionales de minería, de escuchar ofrecimientos y comprometer soluciones urgentes, resulta que en los hechos, esos planes para Oruro están programados a largo plazo, hablamos de cinco años o más para su implementación, sin hacer referencia expresa a su puesta en marcha y su posible funcionamiento y producción.

Un ejemplo de lo que pasa en materia de tiempo, aunque ya exageradamente fuera de limite, es el caso del ingenio Lucianita, más de cinco años en espera, lo que en minería tiene que traducirse simplemente como pérdida, pues al no funcionar un ingenio, no hay aumento de producción, como la que se programó y eso disminuye la posibilidad de tener mayores ingresos, justamente en la mina del "sacrificio social", a la que se le incrementó cinco veces su personal (de 1.000 a 5.000), pero no se le facilitó comparativamente las condiciones de mayor rentabilidad. Y después de tanto tiempo el ingenio no funciona.

Cerca a dos meses atrás, autoridades del sector minero nacional, se reunieron con empresarios privados y algunos dirigentes institucionales de Oruro, para hacer conocer detalles del proyecto de industrialización de litio en el salar orureño de Coipasa. El encargado de exponer el tema, fue el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Luis Alberto Echazú, un alto funcionario que pasó por varios cargos, fue ministro de minería y después el ejecutivo principal de los recursos evaporíticos del salar de Uyuni, para quedar en el viceministerio que actualmente comanda.

Confirmó que el proyecto Coipasa se desarrollará con la participación de una empresa china, sin que la misma hubiera asegurado un tiempo fijo de trabajo. Puede ser más largo o más corto, dijo la autoridad, señalando a "grueso modo", que inicialmente en un año se podría tener el estudio de factibilidad de una planta de potasio y en otro año el diseño final y se demorará otros dos años en la construcción de la planta, aunque se prevé realizar simultáneamente la construcción de la planta de hidróxido de litio, la de ácido bórico y la de bromuro de sodio. Una secuencia constructiva para que en cinco años se pueda observar producción industrial de litio en el salar de Coipasa en Oruro.

La autoridad justificó el largo proceso, tomando ejemplo de lo que sucede en Uyuni y señalando que "en otros países tardan el mismo tiempo", pero que en Coipasa se tratará de reducir los tiempos de instalación de las plantas. Claramente en el caso Coipasa, hay que esperar cinco años. Por cuerda separada el ejecutivo de YLB, Carlos Montenegro, anticipó que en julio estaría lista la minuta de constitución de la empresa mixta que operará en Coipasa. Estamos en agosto y no se sabe si el documento está habilitado.

Pero no es todo porque además en el caso de los proyectos de Negrillos, Pacocagua y la planta refinadora de zinc se concretarán a largo plazo, cuánto tiempo, no especificó el titular de minería y tampoco lo hizo el titular de la Comibol, saliendo ambos por la fácil explicación de que "en minería hay que tener paciencia, se puede demorar muchos años para tener resultados". Es evidente y con seguridad si no hay suficiente apoyo técnico y financiero. Sólo que en Oruro, estamos en esa espera más de 15 años, suficiente para que se agote cualquier paciencia.