Hijos de los Feminicidios

En el país a la fecha se produjeron 77 feminicidios en el siguiente detalle: La Paz 26. Cochabamba 15, Santa Cruz 11, Oruro 7, Beni y Tarija 4, Potosí 6, Pando y Chuquisaca 2. Estas tragedias que dejaron familias destruidas padres en las cárceles ocasionaron hijos desamparados y abandonados que se aproximan a las cifras que suman 76, que sensiblemente se refleja así: La Paz 22, Cochabamba 14, Santa Cruz 20, Oruro 4, Beni 4, Tarija 3, Potosí 9, Pando y Chuquisaca 0. En los últimos cinco años estos hechos dejaron en el país aproximadamente 600 niños y adolescentes huérfanos.

Más allá de la cifra de datos de feminicidios que sucedieron en un promedio aproximado de un hecho cada tres días en los siete meses precedentes, muestran que debajo de las cifras se esconden historias de víctimas que por mucho tiempo sufrieron o que no conocieron bien a las parejas con las que frecuentaban.

Conllevan también un historial de violencia que no fueron denunciados o les atendieron en su oportunidad. "A estas víctimas no las matan en el momento del ataque final, sino que las van matando poco a poco, a lo largo de los años; las matan ´con la boca´ (ofensas), con maltratos sicológicos, con agresiones físicas, sexuales y económicas.

Los feminicidios no solo afectan a las mujeres que son victimadas, también lo hacen a toda la generación de la familia que marcan de dolor y pena.

Después de estos trágicos y sensibles sucesos quedan los padres, hermanos e hijos destruidos, estos últimos con más secuelas y consecuencias que marcarán su convivencia por el resto de sus vidas efectos emocionales y psicológicos de esos hechos que sienten y se evidenciarán a corto y a largo tiempo.

Los procedimientos institucionales priorizan que los hijos de la víctima se integren a la familia ampliada de la madre antes que llevarlos a un centro de acogida

Después del feminicidio quedan los hijos y en muchos casos bebés, niños que no saben el futuro que les depara el destino. En consecuencia, el niño siente que su mundo se ha destruido totalmente y que lo ha perdido todo.

Estos hechos ocasionan un daño psicológico y depresión que lógicamente pueden ser síntomas de cambio de carácter con graves síntomas de agresividad y rebeldía.

El niño puede adentrarse en una etapa de indisciplina que muchas veces termina en la fase de violencia.

Desde que se presentan las primeras experiencias de maltrato en el hogar el niño lleva una etapa depresiva, violencia y dolor. Luego que ocurre el feminicidio viene lo peor para él, porque no solo pierde a su madre sino también a su padre quien estará ausente por un prolongado tiempo ya sea por suicidarse, huir, o estar recluido en una cárcel, quedando el niño en una gran inestabilidad emocional.

A raíz de que el niño ha perdido a sus guías, los abuelos o tíos se constituyen en las personas que deben brindarle apoyo, psicológico y moral, educación y amor necesarios para su desarrollo.

A La familia corresponde tener una actitud de responsabilidad para asumir los roles de padres y no solamente ocuparse de los compromisos de educación, comida, techo y salud, sino también de todo lo relacionado con su desarrollo interior. Independientemente de que cuenten con el apoyo familiar, los niños deberán recibir la ayuda de profesionales que les enseñen a manejar el proceso vivido, de forma tal que la experiencia no se transforme en un futuro negativo, en tanto al niño le tocará vivir un sin número de emociones negativas como el odio, el dolor, el rencor, la ira y la impotencia de no saberse conducir en el núcleo familiar que le hará mucha falta.

Probablemente esas emociones regirán su conducta y afectará en el desarrollo social y psicológico convirtiéndose en un ser humano insensible, depravado y malvado carente del control moral que ejercen las madres sobre los hijos.

Lo cierto es que se originará un odio, rencor y resentimiento para con el padre que les privó de vivir con su madre que en la mayoría de los casos fue padre y madre para ellos.

Lo terrible para los infantes se presenta en el caso de haber presenciado el trágico suceso porque estos tienen que enfrentar situaciones complejas y sentimientos encontrados muy fuertes, como cuando son testigos de los hechos de feminicidios y deben declarar contra sus padres los seres que les dieron la vida y a la vez les arrebataron a su madre.

En estos casos trágicos y luctuosos existe un rompimiento violento de la familia y sensiblemente es el padre el que ocasiona este desenlace que constituye un problema complejo de dualidad de sentimientos, porque pierden a la mujer de la casa a la persona que los amaba y los cuidaba y les guiaba, y lo penoso, pierden a la madre en manos del otro ser a quien también aman, el padre el sostén del hogar el co-responsable del núcleo familiar.

Momentáneamente o circunstancialmente los parientes más cercanos -en la mayor parte tíos- se harán cargos de ellos. La dificultad vendrá con el trascurso del tiempo en la parte económica, afectiva, responsabilidad materna y paterna dado que muchos de los parientes ya tienen su familia constituida y difícilmente harán espacio o tendrán tiempo para los nuevos integrantes de la familia entonces nace una decisión sobre todo económica y de responsabilidad que hace que estos sean entregados a hogares o alberques de niños dependiente del estado en situaciones complicadas con una vida y futuro incierto, en tanto que a los mayores la necesidad les obligará a trabajar en diferentes actividades dejando de lado sus deseos y aspiraciones de superación.

En estas circunstancias es prioritario que el Estado brinde protección a todos estos niños e infantes que perdieron a sus madres en feminicidios, colaboración que se puede sintetizar en:

1.- efectuar un registro biométrico en una base de datos administrada por las defensorías de la niñez en cada departamento

2.- Creación de un bono mensual con destino a cada hijo(a) víctima de feminicidio equivalente al 50% del salario mínimo nacional (Gastos de vestimenta, útiles escolares, alimentación, transporte, etc.)

3.-Subsidio alimenticio mensual (leche, conservas, cereales nutritivos, etc.)

4.- Descuento del 20% en los servicios básicos (luz, agua, gas domiciliario)

5.- Descuento el servicio de transporte público urbano e interdepartamental

6.- El beneficio se otorgará hasta los 24 años (término medio para la culminación de una Carrera universitaria a nivel licenciatura)

7.- El beneficio se cortará o cancelará a causa de: a) Abandono de estudios escolares b) abandono de estudios universitarios o superiores c) convivencia en pareja

8.- Las visitadoras médicas o personal profesional del área social de las defensorías de la niñez y adolescencia en coordinación con los parientes cercanos de los beneficiarios se encargarán de hacer un control estricto metódico y cotidiano del comportamiento desarrollo y cumplimiento de los beneficios.