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Viernes 09 de agosto de 2019

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Perspectiva Minera

Carencia de actividad exploratoria mantiene la minería improductiva

09 ago 2019

Una observación retrospectiva nos muestra la incapacidad funcionaria en niveles superiores para encarar una necesaria "reactivación minera"

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Si hay algo que "no tiene vuelta de hoja", como señala un experto en materia minera, es el hecho de mantener en "estancamiento crónico" al sector minero desde varias décadas al no haberse intentado de manera seria, responsable y concreta, la "reactivación de la minería boliviana", la que se mantiene improductiva por falta de elementos operativos que dinamicen su movimiento a partir de diseñar y aplicar una verdadera "política minera", respaldada profesionalmente y apoyada financiera y tecnológicamente.

Qué se quiere decir con tal apreciación, simplemente que en muchos años no se ha dispuesto una inversión favorable que permita dinamizar el rubro de la exploración minera, una actividad que desde hace muchos años, es la principal debilidad de los planes que se mencionan y quedan en las gavetas de escritorios de funcionarios burócratas, muy afectos a la parafernalia, pero poco prácticos para ejecutar proyectos, ni siquiera los más mínimos.

La parte retrospectiva de esta nota, se basa en un material de hace años, que nos llegó gracias al interés de un asiduo colaborador de nuestra publicación, que dispone de un interesante archivo, para "recuperar" discursos, promesas y buenas intenciones que fueron motivo de reuniones especiales, pero sin resultados que las justifiquen.

La parte retrospectiva de esta nota, se basa en un material de hace años, que nos llegó gracias al interés de un asiduo colaborador de nuestra publicación, que dispone de un interesante archivo, para "recuperar" discursos, promesas y buenas intenciones que fueron motivo de reuniones especiales, pero sin resultados que las justifiquen.

La nota corresponde al "editorial" de Enrique Arteaga, luego de su participación (hace años) en una conferencia del entonces ministro de minería Ing. Alberto Echazú en el "Club de Minería", en la que expuso su planteamiento de una nueva política a ser aplicada en el país. En la relación del editorialista, el ministro hizo un listado extensivo sobre los montos a ser invertidos por el Gobierno y por algunas empresas asociadas al sistema. Ya entonces habló de los macroproyectos como el hierro del Mutún o el litio del salar de Uyuni, incluyó el proyecto metalúrgico de Corocoro para producir cobre metálico, no guardó su entusiasmo para implementar plantas (gubernamentales) para industrializar el bronce, latón, cables de cobre y otros productos al asegurar que la rehabilitación del complejo metalúrgico de Karachipampa, era una realidad, como el caso de la maestranza y fundición de Pulacayo. De estas menciones, algo marcha, especialmente en la dimensión estratégica de los grandes proyectos, litio y hierro�el resto tiene otra historia.

La autoridad ministerial - por entonces - señaló que "todo lo antedicho se hará bajo un nuevo marco jurídico, emitiendo una nueva ley de minería que obligue la migración de concesión a contratos mineros y aumente las recaudaciones estatales modificando las reglas impositivas". Afirmó que se trabajaba en "la creación de una nueva Bolivia", no admitió en el Club de Minería, comentarios de expertos que le recordaron que "todos los proyectos expuestos ya formaban parte de la Comibol en la década de los 80 y que nada funcionó". Sin embargo admitió que "la Comibol no tiene las espaldas suficientes para afrontar proyectos nuevos, ni implementar programas intensivos de exploración". Una realidad de entonces y que se mantiene al presente.

Hay muchas verdades que permanecen invariables en el tiempo, la nota que utilizamos es un reflejo contundente de otro periodo y que sin embargo, salvando un par de casos que han sido motivados por la emergencia y la competencia, como la exploración del litio, las inversiones de urgencia, y la implementación de plantas experimentales que siguen en tal proceso, muestran una importante infraestructura en Uyuni, pero todavía sin definir su estrategia industrial.

Por el otro lado no se puede mantener indefinidamente un proyecto de envergadura como la explotación de hierro y su industrialización, por lo mismo, pese a dos fracasos, se espera que ahora la "tercera" sea la vencida, no importa si se trata de una empresa china, como tampoco se hacen mucho problema los técnicos bolivianos que trabajarán con una empresa alemana en la posible industrialización del litio. Fuera de esos dos proyectos, el resto de la minería sigue esperando la "política minera" que no funciona y la aplicación de la nueva Ley 535, promulgada en mayo del 2014 y que carece (cinco años) de reglamento y adolece hasta la fecha de una escala atractiva de orden tributario y regalitario.

Hace varios años, se observa en el comentario que utilizamos, las dudas existentes entonces sobre la posición de autoridades de minería que admitieron claramente que "no se hace exploración minera en Bolivia", muy contundente y la interrogante de entonces es válida en el tiempo presente: ¿cómo se generarán las reservas necesarias para todos los proyectos listados?. A todas luces, es evidente que ahora como entonces, la principal debilidad de la política minera propuesta, yace en la carencia de actividad exploratoria, la cual está cada vez más lejana, en vista a la tendencia de los llamados movimientos sociales de avasallar minas y adueñarse de proyectos mineros en progreso:

Para los expertos de la minería, sin importar tiempo ni espacio, la situación sigue siendo de total incertidumbre, pues no se pueden atraer inversiones necesarias para encontrar nuevos yacimientos mineros, en reemplazo de los que actualmente están llegando a su etapa de agotamiento. No hay condiciones favorables, no hay seguridad jurídica y menos incentivos que puedan competir con las atractivas condiciones de gobiernos de los países vecinos, en los que la minería es el mayor rubro productivo de utilidades y desarrollo.

En resumen, y sin necesidad de ninguna actualización, utilizamos el párrafo de cierre del editorial de Don Enrique Arteaga, al señalar: "Parecería que para las autoridades gubernamentales del sector, todo estaría marchando a la perfección, mientras que para la opinión pública en general, la minería boliviana se encamina hacia una disminución de su capacidad productiva y de su competitividad en la economía globalizada". Pese a los esfuerzos del Sr. Ministro y en vista de la realidad de los proyectos descritos que llevan mucho atraso en su implementación y que encuentran dificultades de difícil solución, la conferencia en el Club de Minería, recibió la posición dudosa de autoridades con cierto grado de cauto optimismo. Un registro de años atrás y tan patético que no merece ni mover una coma. Ahora estamos en la misma situación.

Pero resulta aplicable y un final de sincera expresión, lo que el autor repite del poeta al señalar: "en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira: Cada cosa es del color, del cristal con se mira".

Las cosas siguen como entonces, cambió el portavoz, pero no el modelo de seguir haciendo grandes anuncios y ofertas, incumplir todas y mantener una minería improductiva, con una Comibol inoperante, con una Ley que no se aplica por falta de reglamento, mientras persiste burocracia y carencia de profesionales para enfrentar el reto de encarar una verdadera reestructuración de Comibol y una reactivación de la minería. Mientras se siga jugando "con ésta sí, con ésta no" no hay decisión para soluciones en la minería, eso es lo más claro.

Medios. P.M.

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