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Sábado 03 de agosto de 2019

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Revista Tu Espacio

TRAUMATOLOGÍA

Cuatro lesiones más comunes en la rodilla

03 ago 2019

Fuente: Fuente: clinicabiblica.com

Huesos, meniscos, ligamentos? Todo eso en un área del cuerpo que nos permite tener estabilidad y, a la vez, flexibilidad. No es sorprendente que, por lo tanto, la rodilla sea una de las articulaciones más complejas de nuestro cuerpo y una de las que más suele presentar problemas, en especial para quienes practican deportes.

Casi todas las lesiones en la rodilla presentan síntomas en común: dolor, inflamación e inestabilidad (sentir que la rodilla se "traba", o, por el contrario, "cede"). Sin embargo; las causas pueden ser muy distintas. Por eso, es importante no dejarse llevar solamente por los síntomas, sino realizar los exámenes necesarios para lograr un diagnóstico adecuado.

El Dr. Orlando Daly Mullins, especialista en Ortopedia y Traumatología, nos explica un poco respecto a cuáles son las cuatro lesiones más comunes en la rodilla:

1. Distensión muscular: Sucede cuando un músculo se estira de manera exagerada. Es lo que se conoce comúnmente como un "tirón". Los síntomas típicos son dolor, dificultar para mover la rodilla, hinchazón y enrojecimiento de la piel. Por lo general, con reposo, hielo y mantener la rodilla en una posición elevada se experimenta una mejoría, porque el músculo no sufre daño en su estructura. Si el dolor no cede, es conveniente consultar con un especialista.

2. Esguince: Esta lesión se produce cuando los ligamentos (los tejidos que mantienen unidos a los huesos) se estiran demasiado o se desgarran, ya sea por una torcedura o un exceso de tracción. El dolor, la inflamación y la inestabilidad al caminar son los síntomas más comunes. Para diagnosticar un esguince, se realiza un ultrasonido para valorar disrupción de las fibras del ligamento. También, se puede solicitar una resonancia magnética para observar el estado de los tejidos blandos. El tratamiento varía según el grado del esguince, y puede ir desde reposo e inmovilización, hasta cirugía si el ligamento se ha desgarrado por completo.

2. Esguince: Esta lesión se produce cuando los ligamentos (los tejidos que mantienen unidos a los huesos) se estiran demasiado o se desgarran, ya sea por una torcedura o un exceso de tracción. El dolor, la inflamación y la inestabilidad al caminar son los síntomas más comunes. Para diagnosticar un esguince, se realiza un ultrasonido para valorar disrupción de las fibras del ligamento. También, se puede solicitar una resonancia magnética para observar el estado de los tejidos blandos. El tratamiento varía según el grado del esguince, y puede ir desde reposo e inmovilización, hasta cirugía si el ligamento se ha desgarrado por completo.

3. Lesiones en el menisco: Los meniscos son los cartílagos, es decir son como los compensadores de la rodilla y absorben la carga de esta. Además, transmiten la fuerza entre el fémur y la tibia. El dolor, la rigidez y la imposibilidad de mover normalmente la articulación se encuentran como los síntomas más típicos cuando se presenta una lesión en el menisco. Además de un examen físico realizado por un especialista reconocido quien en algunos casos solicitará una resonancia magnética de la rodilla para tener un diagnóstico más preciso. Para su tratamiento, si la lesión no es muy grave, basta con reposar, aplicar hielo, vendar la zona y mantener la rodilla elevada. Sin embargo; la cirugía suele ser la mejor opción para los casos más graves.

4. Rotura de ligamentos: Es una de las más comunes en deportistas que practican actividades físicas que incluyan correr, saltar, detenerse y cambiar de dirección frecuentemente (como el fútbol, el baloncesto, el ciclismo o las artes marciales, por ejemplo). La rotura del ligamento cruzado es una de las más comunes. El dolor que experimenta quien lo sufre suele ser muy agudo y repentino, e incluso, se escucha una especie de chasquido. También se presentará inflamación. Para diagnosticar una rotura, la manera más precisa es por medio de una resonancia magnética de la rodilla. El tratamiento puede incluir guardar reposo en un inicio para, posteriormente, acudir a fisioterapia. Si la lesión es muy grave, o si se trata de una lesión en el ligamento cruzado anterior, la cirugía puede ser la opción más recomendable.

Fuente: Fuente: clinicabiblica.com
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