Quitaya la casa del patrono Santiago

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Agobiada, con problemas personales y de salud, una ciudadana luego de haber experimentado todo tipo de tratamientos, recurre como última alternativa a pedir en su desesperación, ser curada de todos sus males y lograr una paz espiritual. Allegadas a ella le piden que vaya a Quitaya, una comunidad distante a algo más de cinco kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro. Allí está una pequeña iglesia conocida como Santiago de Quitaya. En su interior, está ese Patrono que de acuerdo a la historia bíblica, era un humilde pescador que junto a Simón y otros fue elegido por Jesucristo para ser parte de los 12 apóstoles.

Su fe irrenunciable causó su muerte de una de las formas más aparatosas, en el año 41 Después de Cristo, fue asesinado por el rey Herodes Agripa I, fue decapitado e impedido que su cuerpo sea sepultado.

Algunos de sus seguidores llevaron el cuerpo en una noche oscura hasta un muelle y embarcaron el ataúd de mármol y llegaron hasta la Galicia Romana donde sus restos fueron enterrados.

Santiago está representado como un ser con barba, capa y espada, sentado sobre un corcel, situación que se hace semejanza a la época de las cruzadas.

El motivo del caballo, la capa y la espada, se refiere a la época de las cruzadas, en la que los cristianos lo llevaron como estandarte de sus luchas, por lo que es conocido como el santo del rayo que aniquila a los moros o no creyentes.

Con esa fe irrenunciable que tuvo Santiago, es que esa mujer pidió de rodillas y con lágrimas en los ojos ser curada. Pasó corto tiempo de aquel día y milagrosamente, todos esos males se habían ido.

Desde entonces, es que recurre a visitar a este Santo, en señal de agradecimiento y lo hace en su fiesta, señalada el 25 de julio. Pero no es la única devota, junto a ella, miles de ciudadanos visitan Quitaya, expresándole de distintas maneras su fe, algunos solo con una misa, otros con una fiesta, pero ante todo, respetándolo y evocándolo en momentos difíciles para pedirle ayuda, y agradeciéndole cuando la tormenta ha pasado.

Si bien la iglesia como estructura física que tiene en tamaño no es muy grande, la iglesia como personas es innumerable. Sus devotos le llevan flores y prenden velas con un sinfín de intenciones. Luego la misa para recibir su bendición, Asimismo, los fieles compran miniaturas para ser bendecidas y quienes con mucha fe, piden que esos objetos en la vida real, se hagan tangibles como una señal de prosperidad y progreso. Esa costumbre y tradición se la vive año tras año en la zona Sur de la ciudad de Oruro.

Fuente: LA PATRIA