Sábado 03 de agosto de 2019
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Editorial y opiniones
El único que lo creía, era él Socialismo del siglo XXI
03 ago 2019
Por: Jorge Costas Arze*
El Socialismo del siglo XXI es un concepto del que se empieza a hablar a partir de enero de 2005, fue lanzado por el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el V Foro Social Mundial, en el marco de la revolución bolivariana, en su definición señalo que para llegar a éste habrá una etapa de transición que la denomino como Democracia Revolucionaria. Se basaba en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad, casi copiando la Revolución Francesa, con matices insertos en un discurso catalogándola como Democracia Revolucionaria.
El 2001 el diputado de Acción Democrática y opositor al régimen chavista, Pastor Heydra, dijo: "Chávez es el único revolucionario en todo esto, él es un romántico. Nadie más cree en esta m?". Pasaron los años, murió Chávez, llegó Maduro, y Venezuela padece la más desgraciada de las miserias: la de aquel que desperdició, tirando a la basura y robando, la nevera más grande y mejor equipada del continente. Hugo Chávez, repetía como especie de mantra: el Socialismo del Siglo XXI. ¿Qué era eso? Lo inventó a fines de los años 90 un politólogo alemán, Hans Diederich, quien fuera asesor de Chávez entre 1999 y 2012. Nadie sabe con precisión en qué consiste, pero el intelectual venezolano Teodoro Petkoff, que viene de la izquierda guerrillera, asoma esta definición: "le atribuyen algún parentesco con el pensamiento de Marx, pero en la práctica no es más que un régimen autoritario, autocrático y militarista". En su discurso, casi siempre tan lejano a la práctica, repetía su sueño: distribuir la renta petrolera beneficiando a los sectores más pobres. Hoy sabemos que aquello no ocurrió. Sabemos que los avances que se lograron en los primeros años del chavismo, se diluyeron ya en los inagotables bolsillos de los "boliburgueses", de los militares venezolanos enriquecidos que pasean por Miami, París y la Quinta Avenida en Nueva York.
En Bolivia, con el discurso de reivindicar los derechos de los indígenas, por años despreciados y maltratados por los muy ricos y los muy blancos, Evo Morales se presentará en 2019 para su cuarto mandato. No importa que en febrero de 2016 el Gobierno haya perdido el referendo que preguntaba a la gente si quería otro gobierno de Morales. Hay que anular cualquier decisión que no nos favorezca, con cualquier argumento, con cualquier mentira, de cualquier manera, dicen. Razón tenía el señor Heydra: el único que creía en "esa m? era Chávez". Pero el Socialismo del Siglo XXI, el mayor proyecto político de la izquierda latinoamericana desde la Revolución Cubana, será que está en su peor momento. En nuestro país se asegura que la debacle venezolana es parte de una ofensiva de las fuerzas imperiales de Estados Unidos, pero que el proyecto bolivariano está lejos de encontrar su previsible final.
El Socialismo del Siglo XXI tiene males endémicos por sí mismo, en lo económico, depende muchísimo de los precios internacionales de materias primas y esto repercute de manera inmediata en la permanencia de los programas sociales. Otro elemento a considerar es su falta de coherencia ideológica, los postulados contradicen a las acciones políticas de los lideres, no es novedad que los vicios corrompan las estructuras políticas generando posiciones que coarten progresivamente las libertades individuales.