Muerte y daños a la población

La actividad del transporte aéreo se califica internacionalmente como el fenómeno más destacado del siglo XX y continúa en el siglo XXI, por las multimillonarias inversiones que realiza en prototipos y técnica siempre en evolución aplicada a la construcción de aviones que ha transformado el transporte en relación a otros transportes convencionales.

Sin embargo, no es todo lo que la aportado a la humanidad, la actitud de los Estados para que exista la aviación internacional debido a la estricta observación de la soberanía de los pueblos europeos, principalmente, después de la Primera Guerra mundial fue reticente; pues no permitía el ejercicio de la aviación hasta que juristas especializados en Derecho Aéreo como se lo llamaba antes al Derecho Aeronáutico, concibieron las Libertades del Aire que se fueron sumando progresivamente como reales postulados de libertad para el ejercicio de la aviación civil en todos los pueblos sin zaherir el respeto a la soberanía.

Estos Cinco Postulados Jurídicos que se definieron y consolidaron en su integridad hasta el año 1944 fueron los que, dentro de esencia legal que ninguna nación ignoraba por su consistencia de concepción, posibilitaron el ejercicio del transporte aéreo y su desarrollo irrefrenable hasta nuestros días.

Luego el Derecho Aeronáutico reguló toda la actividad aeronáutica en su irrefutable complejidad y evolución, no descuidando ningún ámbito sin regularlo jurídicamente; fue una labor titánica de los juristas expertos en esta rama independiente y universal del Derecho.

Hoy, el Instituto Iberoamericano de Derecho Aeronáutico, del Espacio y la Aviación Comercial es el ente académico y normativo de mayor prestigio en el mundo, con sede fija en Madrid, sobre este apasionante tema de la aviación.

Otro tema excepcional por su imaginación jurídica y solución certera al problema de la regulación jurídica del espacio aéreo de cada nación, la dieron los juristas expertos en Derecho Aeronáutico que establecieron las columnas imaginarias que se erigen de los perímetros de fronteras hasta la atmosfera que ostenta cada país, determinando así el espacio aéreo correspondiente, y que hoy es controlado por los organismos de tránsito aéreo que dispone cada nación.

Entre 9.000 y 10.000 aviones despegan y aterrizan diariamente en el mundo, por ello y la ocupación del espacio aéreo de los pueblos para el ejercicio de la aviación comercial, los juristas aeronáuticos crean el seguro de muerte, incapacidad total o parcial y daños en la superficie que la aviación comercial puede causar a los habitantes del mundo.

Esta ficción jurídica es realmente muy imaginativa, pues todo habitante de ciudades, pueblos pequeños o cualquier núcleo poblacional está asegurado contra daños a terceros en la superficie que pueda ocasionar la aviación nacional de un país e internacional al discurrir los aviones por los diferentes espacios aéreos.

Lo llamativo de ello que este seguro, como modalidad más aceptada en su carácter de obligatoriedad y que ningún ciudadano del mundo lo ha firmado, es consecuencia de convenios internacionales para proteger la vida de todos los habitantes y que puedan provenir del ejercicio del transporte aéreo.

Como se trataba de proteger la vida de las personas en los lugares donde habitan, los Estados con inusitada celeridad asumieron las medidas adecuadas para establecer las responsabilidades civiles del propietario, explotador o simplemente usuario del transporte aéreo, en relación a los daños que podrían causarse a personas ajenas por completo a la actividad de la aeronavegación.

Cada lector debe imaginarse que dispone de un espacio aéreo sobre su cabeza y sus bienes en todo el mundo y ese espacio está totalmente protegido por un seguro aunque no exista una relación contractual. Es admirable la solución imaginativa y eficaz que concibió el Derecho Aeronáutico.

* Es abogado, posgrados en Derecho Aeronáutico. Arbitraje y Conciliación, Alta Gerencia para abogados, UCB-Harvard, Interculturalidad y Educación Superior, Docencia en Educación Superior, Filosofía y Ciencia Política (maestrn), doctor honoris causa con tesis aprobada.