Dólares que se hacen humo

Recientes reportes de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) luego de cumplidas algunas misiones de lucha abierta contra el contrabando y en labor conjunta con efectivos militares del Comando Estratégico Operativo (CEO) de las FF.AA. se han realizado varias acciones en lugares descampados de la frontera de nuestro país con Chile, por donde transitan caravanas de contrabando procedentes de los puertos chilenos.

Los operativos, algunos que se produjeron de manera sorpresiva, complicaron los planes de los comerciantes ilegales que tuvieron que ceder posiciones ante la fuerte represión de los efectivos militares bolivianos, utilizando armas de fuego pretendiendo "salvar" del decomiso los enormes vehículos cargados con gran cantidad de la más variada mercadería incluyendo artículos de la línea banca, aparatos de sonido, computadoras, televisores y radios, además de telas y ropa en grandes cantidades.

Por los detalles oficiales se sabe que hasta julio pasado, el CEO incautó la cantidad de 615 vehículos indocumentados, pero lo que sobresale es el hecho de que respondiendo a los ataques de contrabandistas, los militares incineraron 87 camiones de los cuales 49 eran de alto tonelaje, otros 38 de mediana capacidad, pero todos cargados con abundante mercadería ilegal, que se convirtió en cenizas a vista de los contrabandistas que trataron de salvar su mercadería, disparando contra los efectivos castrenses.

La relación de hechos, señala que los contrabandistas se organizan en grupos especiales con participación de pobladores de algunas comunidades próximas a la frontera, donde los contrabandistas hacen "escalas" en su tránsito hacia las ciudades. Los controladores aduaneros, propiamente son rebasados, obligando a la participación del comando militar que a su vez, se ve obligado a disponer medidas radicales como la de quemar los camiones con toda la mercadería. Se trata de una millonaria pérdida para los contrabandistas, que pese a esas situaciones extremas, persisten en su negocio ilegal.

Para observadores de estos hechos, conociendo la cantidad de camiones quemados y estimando en muchos miles de dólares que se hacen humo, sin permitir a los contrabandistas salvar su mercadería, pero al mismo tiempo anulando a la propia Aduana nacional la posibilidad de obtener dineros extraordinarios por vía de la incautación y el posterior remate de mercadería y de movilidades incautadas, el sistema de las quemazones puede ser apropiado para amedrentar a los contrabandistas, pero con una pérdida de ingresos a la Aduana y por ese intermedio al Tesoro General.

Frente a los hechos y en el análisis de observadores, si bien la tarea de represión al contrabando debe persistir, se piensa que en todo caso salvando contingencias de emergencia, debería lograrse incautaciones que permitan recuperar un valor importante para el rubro de ingresos aduaneros, pero simultáneamente debe trabajarse y parece interesante la idea de coordinar planes con las aduanas de Chile y Perú, a objeto de imponer controles efectivos y estrictos en retenes de aduana, donde se cobren derechos legales de internación de mercadería, evitando la marcada evasión de impuestos y el movimiento millonario de capitales que mueven el contrabando.

Se menciona que hay varias medidas que se aplican para frenar el contrabando y que en el último tiempo han mejorado los resultados en materia de incautaciones y recaudaciones, lamentablemente con una respuesta persistente delincuencial de los contrabandistas. En la instancia extrema, parece que la acción militar es determinante. Se quema el contrabando y son miles de dólares que se hacen humo.

Fuente: LA PATRIA