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Domingo 28 de julio de 2019

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Revista Dominical

Obra monumental: Hito cívico-patriótico

El escudo de armas del cerro San Pedro

28 jul 2019

Por: Aníbal Abel Alarcón Caparroz - Poeta escritor

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ANTECEDENTES

A estas alturas como se ve, observamos y analizamos en contexto el mundo exterior, tal nos hace sentir con certeza -atónitos-, que a estas alturas al parecer el mundo moderno?, va perdiendo sus aspectos mágicos, cívico-religiosos, y cómo no resaltar?, más que todo -culturales- en una sociedad extraviada por lo suntuoso y el excesivo consumismo. Por todo ello, los valores que fueron parte fundamental del aprendizaje para la educación de la niñez y juventud?, ahora han desaparecido, lamentando profundamente la paulatina pérdida de respeto inclusive a símbolos patrios utilizándolos hasta de servilletas o mandiles de cocina.

El presente artículo está referido a resaltar "la poderosa convicción de una misión sagrada", a cumplir por el bien de la Patria, el país y luego por el terreno que les cobijó durante su estadía, develando su acendrado espíritu al estilo militar en su conjunto, el trasgo cultural y social engloba todo lo que pudiera servir a la población y beneficiarla, siempre y cuando se respete y valore lo que nos legaron nuestros antepasados, como los valores morales y cívicos; dos elementos primordiales que caracterizan a los militares de nuestra Nación.

EL CERRO DE SAN PEDRO

Ubicado en la zona Noroeste de la ciudad, observando desde lo más alto de una de las pasarelas viales de transporte automotor en la avenida Villarroel, colindante a la terminal de buses (hoy provincial), donde aún se yergue nítidamente el lítico escudo de armas de nuestra Patria, ladera sud, cual, si estuviese grabado este símbolo, apreciando desde cierta altura del azul del cielo orureño. Trozos y mojones pedregosos unidos y erguidos simultáneamente en un mágico tejido y bordado por la madre naturaleza, mediante miles de orlas formando con un atuendo sobre una especie de mantilla donde se posa el principal emblema de Bolivia, de donde con el afán de transitar las calles y avenidas de nuestra ciudad no pasa desapercibido contemplando todo, así sea, con una fugaz mirada la gloriosa imagen del gigantesco lienzo, cubriendo para su eterna conservación, una invisible y trasparente muselina quedando intacto el albo color blanquecino puro.

Ubicado en la zona Noroeste de la ciudad, observando desde lo más alto de una de las pasarelas viales de transporte automotor en la avenida Villarroel, colindante a la terminal de buses (hoy provincial), donde aún se yergue nítidamente el lítico escudo de armas de nuestra Patria, ladera sud, cual, si estuviese grabado este símbolo, apreciando desde cierta altura del azul del cielo orureño. Trozos y mojones pedregosos unidos y erguidos simultáneamente en un mágico tejido y bordado por la madre naturaleza, mediante miles de orlas formando con un atuendo sobre una especie de mantilla donde se posa el principal emblema de Bolivia, de donde con el afán de transitar las calles y avenidas de nuestra ciudad no pasa desapercibido contemplando todo, así sea, con una fugaz mirada la gloriosa imagen del gigantesco lienzo, cubriendo para su eterna conservación, una invisible y trasparente muselina quedando intacto el albo color blanquecino puro.

EL ESCUDO

PROPIAMENTE DICHO

La teoría de este espectacular e icónico arte hecho realidad para Oruro, no fue construido en su forma perfecta con miles de detalles, así a la deriva y sin ningún proyecto, por cientos de enanos (gnomos), emergidos de una de las colinas del San Pedro y mandados y guiados por el Rey y consagrada al templo de las musas o diosas del Olimpo (recordando las leyendas de fantasía de la antigüedad), sino que este laborioso trabajo estuvo desde su inicio plagado de una serie de continencias, como la elaboración seguramente de un plano cartográfico, que por otra parte, es una de las especialidades de los militares de alta graduación que siendo tres y de donde estaba oculta y guardada la magnífica idea de emprender ese arduo trabajo de ingeniería militar.

Fueron oficiales con un contingente de soldados dispuestos?, pico y pala en mano imbuidos con mucho desprendimiento y espíritu militar; energía y savia inyectada desde las entrañas del cerro, aplicando intrínsecamente cuan filósofos; sabios constructores que con su mágica pincelada lograron concretar?, "De la nada", una imagen representativa, blasón de bolivianidad.

Por otra parte, una de las cualidades insertas en el civismo y espíritu militar como obligaciones históricas por plasmar algo durante su Carrera, es la de dejar grabado un sello que signifique algo?, y ese algo es lo que se aprecia?, "como grandeza", para la posteridad, esa es la naturaleza netamente militar; estaría siempre expuesta a la luz que ilumina la mente de los mismos; estos notables y reconocidos militares que durante su carrera siempre fueron reconocidos como? "Militares sobresalientes". Así fue que se propusieron desarrollar algo que permanezca en el tiempo?, se vea y se aprecie?, y lo lograron.

LA COLOSAL OBRA EN SÍ

"Una de las mejores cosas de la vida, es encontrar a alguien que, con solo un segmento de su tiempo, mejorará los aspectos urbanísticos y rurales, adornando con ímpetu cívico lo que se proponen". Esta es otra de las características militares; ahí tenemos el plan de arborización al interior y los predios del cuartel Eliodoro Camacho, en especial la calle La Paz y sus inmediaciones. Con respecto a la construcción del emblema patriótico, que con seguridad desde su inicio no hubo en absoluto un mapeo satelital, tampoco instrumentos sofisticados de alta tecnología como el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), en inglés: Global Positioning System y originalmente Navstar GPS, que es un sistema que permite determinar en toda la tierra, la posición de cualquier objeto; es decir, una persona, un vehículo o como el escudo, con una precisión de hasta centímetros de distancia. El sistema GPS, se sirve de tres o más satélites y utiliza la trilateración que mide distancias para determinar con precisión la posición exacta en la Tierra. Según datos preliminares para su correcta ubicación y posicionamiento se utilizaron los antiguos teodolitos con miras a cierta distancia, eso para medir los puntos clave para la ejecución de forma correcta del diagramado con que se compone el ilustre escudo; baladronada con sus blasones; es decir, cada pieza del escudo en sí, como se aprecia desde la distancia, apoyados en la ciencia heráldica, para pregonar a los cuatro vientos: "honor y gloria para el escudo de armas". Esta ardua tarea, continuó con el procesado y pulido de cada mojón de piedra, uniendo con tal perfección, aprovechando todo tipo de mezcla con cal arena y cemento, logrando la firmeza sólida para todo este propósito. No se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo (en días y noches, semanas y meses), se empleó para este monumental trabajo, con decenas de soldados en servicio; militares de alta graduación (tenientes, suboficiales, sargentos, cabos y otro personal de apoyo con la respectiva tolerancia); civismo y respeto conviviendo frente a los azares e inclemencias del tiempo y sobre todo en estrecha relación con sus semejantes (uno para todos y todos para uno), no creyendo que?, "uno o dos son mejor que nadie", sino todos en conjunto, en equipo , aplicando el esfuerzo común con intrínseca voluntad y destreza. "La mejor obra que puedes realizar, son dos brazos que están dispuestos a soportar contigo, cualquier guerra".

ETAPA FINAL

Este titánico trabajo de ingeniería militar arribó exitosamente a su etapa final, no sin antes admirar con satisfacción la obra plasmada en el símbolo representativo de nuestra heredad nacional. No se había (hasta esos momentos), contado con una serie de elementos necesarios e importantes como un presupuesto económico destinado a tal obra. En ese sentido se requirió por única vez del comercio local, en especial ferreterías y otras casas comerciales a fin de conseguir la donación de pintura; esto a propósito de que mediante el pintado adosado y así sea repujado (hito por hito), quedara impecable, muestra de algo colorido para la imagen del icónico símbolo patrio. Para ello, se procedió a aplicar la pintura requerida que consistía en un centenar de galones?, y más para que se aprecie desde cualquier punto del sistema urbano de la ciudad de Oruro. Así, se da muestra de patriotismo engalanando en forma simbólica dos notables instituciones castrenses: La Segunda División de Ejército y el regimiento Eliodoro Camacho; punto alto para tres oficiales de aquella época, 1980 adelante. Con el debido respeto, saludando al general Brig. Gary S. Mejía Soliz, comandante de la Segunda División de Ejército (2017). Nuestra atención para dos militares de alta graduación como: Cnl. DAEN Mario Quiroga Morales, comandante del Regimiento Camacho I de Artillería y para el distinguido Cnl. Arturo Chúlver de excelente participación y ejecución de la obra.

RESUMEN

Todo trabajo proficuo quedará plasmado en la mente de la ciudadanía. Así: "Nunca habrá un borrador para corregir el pasado; más bien aprender de lo ocurrido; pero siempre habrá un lápiz de escritor para plasmar el presente para que quede como impronta en el futuro".

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