Llega la vacación de invierno, los estudiantes del BolÃvar no se detienen, ensayan dÃa y noche, noche y dÃa para llegar a un nivel musical envidiable con melodÃas propuestas por ellos y las tradicionales interpretadas por bandas de las Fuerzas Armadas.
Termina el descanso pedagógico de medio año y los estudiantes no paran, vuelven a clases, los ensayos se intensifican porque "a la vuelta de la esquina", está el aniversario del colegio.
Muy bien uniformados, desde el guaripolero que este año le tocó ser al estudiante Alejandro Zeballos Azurduy, los jóvenes músicos muestran con prestancia y garbo, el amor por su colegio. Los dÃas y noches de sacrificio ensayando, no fueron en vano, ya que se demostrará a la ciudad en pleno, el don de la interpretación musical.
Se observa en movimiento la guaripola, el estudiante Zeballos, con habilidad la hace girar en su mano, en el cuello y en el aire. Tras esa acción da la orden y con ello, comienzan a sonar en forma armoniosa, las trompetas, los bajos, los saxos y los clarinetes que se combinan con el redoble de tambores, el sonar de los bombos y platillos, para asà crear hermosas melodÃas que no solo entusiasman en la marcha, sino alegran el corazón de una emoción incontenible, al tener presente a una de las bandas de música y de guerra más prestigiosas de la ciudad.
Para conocer más acerca de la historia de la banda de música estudiantil, recurrimos al historiador del colegio, Omar Soliz Antoriano, quien recopiló a detalle esos momentos inolvidables del primer establecimiento educativo de Oruro.
Explicó que la banda del Colegio Nacional Simón BolÃvar, se divide en dos grupos: La Banda de Guerra y la de Música. Antes de su creación se recurrÃa a las bandas de música de las diferentes unidades militares, para celebrar sus aniversarios o asistir a sus presentaciones cÃvicas.
En esa fecha, justo entrarÃa de vacaciones la PolicÃa local, pues la banda del "verde olivo" tenÃa que acompañar la celebración y por su receso no pudo, esta no era la primera vez que el BolÃvar realizaba su celebración sin una banda de música que lo acompañe.
Pero todo lo pasado años anteriores y lo ocurrido esa jornada, no fue pretexto para que la gallarda juventud bolivarista hiciera su paso por el frontis del Colegio y a mirada del Libertador, su imponente marcha la realizaron con cánticos militares, y toda la gente presente; por no decir, todo el pueblo de Pagador, empezó a ovacionar tan impecable muestra de gallardÃa, civismo y respeto a su colegio.
La entrega de estos consistÃa en ocho clarines de guerra, ocho tambores, un bombo, un par de platillos y un bastón de mando. Fue tanta la alegrÃa que todo el auditorio tronó el salón con aplausos.
En ese mismo acto, que, por el brillo dorado de los flamantes instrumentos, se le otorgó a la Banda de Guerra del BolÃvar, el denominativo de: "La Banda Amarilla de Oruro".
La primera presentación de este grandioso grupo fue el 5 de agosto de 1962, en el desfile escolar en homenaje a la Fundación de la República, fue tanta la magnificencia que mostró la Banda del Colegio Nacional BolÃvar, que la ciudadanÃa gritaba al verlos: "¡Ahà está la Banda Amarilla!",
Fue en 1967 que nació la Banda de Música a inquietud del profesor Ãngel Palomino. Desde ese momento se siguió escribiendo con melodÃas de oro, la historia de la banda.
La Banda Amarilla fue conocida a nivel nacional e internacional. Una de sus destacadas presentaciones se realizó en 1978, durante el Primer Encuentro de Colegios Bolivarianos, efectuado en la ciudad de PotosÃ.
Un detalle a tomar en cuenta es la selección del guaripolero, para ello, debe tener ciertos requisitos, como los describió el director del establecimiento, el profesor Waldo Virhuez RodrÃguez.
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