Son varias las cosas que se presentan en la administración del Estado Nacional sólo por falta de oportuna prevención, lo que deriva en problemas de “orden social” que en la mayoría de los casos se evitarían si con la oportunidad del caso se aplicarían medidas adecuadas para evitar conflictos y mantener en tranquilidad a los grupos conflictivos y descontentos.
Parecería que no existe en el nivel gubernamental una división especializada en el análisis de situación, la observación y la prevención de hechos que sin atención oportuna se convierten en problemas, algunos más o menos manejables y otros altamente explosivos.
Lo principal en la estructura de cualquier administración debería ser justamente la implantación del “medidor de tensión social” para conjurar la mayoría de las situaciones que se presentan cuando surgen los problemas por falta de información antelada, tratamiento meticuloso del asunto y solución concreta a los planteamientos de la comunidad.
En los pasados días se observaron algunos hechos de imprevisión, como el caso de insistir desde el nivel gubernamental a un retorno a clases justo cuando se presentaba un “frente frío polar” que realmente se sintió con todo rigor y que hubiese desatado una verdadera epidemia de enfermedades respiratorias agudas que habría obligado a no sólo una semana más de vacación, sino posiblemente a un periodo más largo de curación de la población infantil afectada.
Otros temas se relacionan con una marcha de campesinos desde el oriente que con algunos argumentos válidos reclaman derechos que supuestamente les han sido conculcados y desean les sean restituidos. Faltó acercamiento oficial y dinámica de diálogo para evitar complicaciones.
Ante el anuncio de una evaluación de los seis meses de la nueva gestión oficialista los movimientos sociales, conocidos precisamente por el Gobierno, se encargaron de formular sugerencias para obtener atención del Poder Ejecutivo, pero al mismo tiempo observaron la tarea de por lo menos cinco ministros que fueron acusados de imprevisión frente a varios conflictos que se desataron en sectores vulnerables de la actividad nacional afectando la economía de la población.
Tras la evaluación del medio año de la nueva gestión se reconocieron algunas “debilidades” en el equipo gubernamental, pero se determinó ratificar a todos los ministros en una actitud que por supuesto molestó a los “movimientos sociales” que ahora tendrán motivos para profundizar sus reclamos.
Las conclusiones de la evaluación interna de un primer semestre de actividad en la segunda gestión gubernativa ha dejado algunas dudas sobre el interés de buscar soluciones prácticas a cada uno de los problemas, de manera que más grandes o más chicos no sean factores perturbadores en la lógica del trabajo gubernamental que debe dedicarse a solucionar los problemas estrictamente económicos, dejando de lado todo aquello que sea parte de la política interna que ya ocupó cuatro años la atención del poder ejecutivo, con resultados poco favorables y que ahora debería estar a cargo de una comisión de conflictos.
Hay que prevenir antes que lamentar debería ser el slogan transitorio para este momento en que se necesita impulsar el sistema productivo general como base del desarrollo sostenible de la Nación.
Fuente: LA PATRIA
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