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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 El soponcio de Kelsen - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
La pirámide de Kelsen, no es otra cosa que la forma en que se relacionan las normas jurÃdicas dentro de un sistema. O sea, las normas que componen un sistema jurÃdico se relacionan unas con otras de acuerdo con el principio de jerarquÃa.
La pirámide de Kelsen, no es otra cosa que la forma en que se relacionan las normas jurÃdicas dentro de un sistema. O sea, las normas que componen un sistema jurÃdico se relacionan unas con otras de acuerdo con el principio de jerarquÃa.
La misma Constitución establece esta primacÃa de las diferentes normas legales en su artÃculo 410.II., reconociendo a la Constitución como la norma principal y fundamental del Estado, estando por debajo las otras normas jurÃdicas y estableciendo la obligación de las autoridades a respetarla.
En los gobiernos de facto se creó una figura denominada Decreto Ley, pues al no estar en funcionamiento del Poder Legislativo, los gobernantes de turno querÃan darles primacÃa a sus decretos como si fueran leyes. Este absurdo terminó junto con esas dictaduras.
Hoy no tenemos el absurdo de los decretos ley, pero tenemos algo peor, se está rompiendo la primacÃa de la Constitución PolÃtica del Estado, modificando lo que dispone con normas de rango inferior, y dictadas por autoridades que no tienen competencia para modificarla. El Tribunal Constitucional Plurinacional ha dejado sin efecto el artÃculo 238 de la CPE, y no pasa nada; es decir, mañana ese mismo Tribunal puede dejar sin efecto el recurso de acción de libertad (artÃculo 125) o el derecho a la propiedad privada (artÃculo 56).
Por razones eminentemente polÃticas, para cumplir los deseos desmedidos de los polÃticos de poder ser reelegidos o elegidos sin cumplir la norma constitucional (renuncia anticipada de 90 dÃas), se interponen recursos de inconstitucionalidad y el tribunal los admite y falla rompiendo totalmente la jerarquÃa y primacÃa del ordenamiento jurÃdico.
En realidad, no solo a Kelsen le da soponcio con esta situación, sino toda la población con sentido común. Sin respeto al ordenamiento jurÃdico cualquier cosa podemos esperar.
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