Lo engañaron en su buena fe y por bajo costo de producto

El nombre de Víctor Teres será recordado, sino es para siempre, al menos por mucho tiempo por su víctima, quien fue engañado en su buena fe y creer que haría un buen negocio al comprar unos lentes que nunca llegaron a sus manos y por el contrario había adelantado para su entrega un monto de 1.000 bolivianos.

Esta historia de engaño con el denominado "cuento del tío", se inició la mañana del viernes 19 de julio en el mercado "Campero", zona central de la ciudad de Oruro.

Este sujeto de nombre Víctor Teres se apersonó hasta una de las casetas del mencionado centro de abasto, con el argumento que tenía unos lentes y que no podía venderlos, por tal motivo, tomó la decisión de ofrecerle de ocasión seis cajas, que los daría en 3.500 bolivianos.

El comerciante analizó rápidamente en su cabeza la situación y concluyó que sería un buen negocio.

Posteriormente, convencido que la transacción sería buena, la víctima aceptó comprar las cajas de los lentes, motivo por el cual se trasladaron hasta las calles Arce y 6 de Agosto, detrás del colegio Murguía, donde supuestamente estaban los objetos. Al llegar a esa dirección, el sujeto le pidió que espere unos instantes y que ingresaría a una vivienda a llamarle a su socio.

ESTAFA

En ese ínterin, Teres se encontró con varias personas que supuestamente lo conocían, porque lo saludaron. La víctima estaba confiada que toda la acción era natural, es más, el estafador le pidió que ingrese a esa vivienda, sin embargo; el comerciante le dijo que esperaría en la puerta.

Ante ese hecho, Teres le pidió 1.000 bolivianos a su víctima, con el argumento que su socio no saldría de la vivienda para hacer la entrega de los lentes. Una vez que le dio el dinero en su mano, el antisocial entró a esa vivienda, pero pasado los diez minutos, no salió.

Aquella situación inquietó al comerciante, quien comenzó a preocuparse, hasta que finalmente decidió entrar por propia cuenta a la supuesta vivienda, sin embargo; cuando lo hace, se llevó la sorpresa de su vida, ya que una vez en el interior, lo único que observó era un lote baldío. Caminó por los alrededores en busca del delincuente, pero éste ya no estaba en la zona.

La víctima acongojada, volvió a su caseta y posteriormente decidió ir a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) con el objetivo de realizar la denuncia pertinente ante el personal de la División Económicos y Financieros por el delito de estafa, como informó ayer el director de esa unidad policial, coronel Manuel Vergara Sandoval.

Fuente: LA PATRIA