Una de las recomendaciones recurrentes que realiza la Organización de Estados Americanos (OEA) es la realización de procesos electorales libres secretos y transparentes, para ello recomiendan que los ?rganos Electorales deben estar constituidos por personalidades con trayectoria y experiencia en procesos democráticos electorales sin afinidad política (comprobada), con el propósito de obtener órganos electorales rectores imparciales con autonomía de actos y gestión propios. De esta manera la probidad, trasparencia y claridad en sus actos constituirá una práctica común y cotidiana.
Sus decisiones y resoluciones tendrán solvencia, serán respetadas y cumplidas por la ciudadanía, organizaciones políticas y sociales en el ejercicio correcto de todo proceso electoral. El personal deberá ser seleccionado con capacidad eficiencia experiencia y formación profesional en las áreas técnico profesional apartados de todo vínculo político, de esta manera se obtendrá productos y resultados adecuados óptimos, preservando el prestigio y reputación de estos órganos que se constituyen en garantía del fortalecimiento democrático electoral.
Estas recomendaciones ya fueron cumplidas y respetadas hace 20 años y se estaba construyendo un organismo electoral con solvencia institucional y alto porcentaje de respeto, transparencia y credibilidad electoral. En países de América latina, donde existen regímenes híbridos y democracias resquebrajadas esta misión y visión no fue entendida, se malinterpretó y se equiparó al trabajo de instituciones afines a los gobiernos de turno destruyendo de esta manera el trabajo realizado y la solvencia democrática electoral alcanzada hasta entonces. En la realidad los resultados no son los adecuados y óptimos posibles, reflejan poca solvencia profesional, se perdió la credibilidad y actos irregulares de algunos funcionarios incrementan el desprestigio institucional.
Estas recomendaciones ya fueron cumplidas y respetadas hace 20 años y se estaba construyendo un organismo electoral con solvencia institucional y alto porcentaje de respeto, transparencia y credibilidad electoral. En países de América latina, donde existen regímenes híbridos y democracias resquebrajadas esta misión y visión no fue entendida, se malinterpretó y se equiparó al trabajo de instituciones afines a los gobiernos de turno destruyendo de esta manera el trabajo realizado y la solvencia democrática electoral alcanzada hasta entonces. En la realidad los resultados no son los adecuados y óptimos posibles, reflejan poca solvencia profesional, se perdió la credibilidad y actos irregulares de algunos funcionarios incrementan el desprestigio institucional.
La transparencia de todo proceso electoral tiene ver con el cumplimiento de los valores esenciales de la democracia entre los que se tiene a) Legalidad. Que es la adecuación estricta a la ley de todas las actuaciones de las autoridades electorales, organizaciones políticas y ciudadanía en general b) Imparcialidad. Actuación neutral de los órganos electorales quienes organizan y elecciones, sin beneficiar ni perjudicar alguna de las partes de la contienda electoral; c) Objetividad. Que consiste en desarrollar las actividades electorales tomando como base la realidad única, sin importar cualquier punto de vista que se tenga de ella; d) Certidumbre. Se circunscribe a realizar la función electoral con estricto apego a los hechos y en la realidad única, a fin de que sean fidedignos, confiables y verificables sus resultados e) Independencia. Capacidad irrestricta de los órganos electorales para cumplir con la función encomendada por si solos, sin intervención alguna de los órganos del poder público.
Los sistemas electorales que hacen posible la renovación de los poderes del Estado deben contener reglas de equidad, justicia y transparencia que permitan la celebración de elecciones democráticas. De tal suerte que para que las contiendas electorales cubran la categoría de elecciones democráticas, deben de satisfacer principios fundamentales como: el sufragio libre, universal, secreto y directo; la organización de las elecciones a través de un organismo público y autónomo; la certeza, legalidad, independencia imparcialidad y objetividad como principios rectores del proceso electoral; el establecimiento de condiciones de equidad para el acceso de los partidos políticos a los medios de comunicación social; el control de la constitucionalidad y legalidad de los actos y resoluciones electorales, así como el financiamiento de los partidos políticos y sus campañas electorales debe prevalecer el principio de equidad.
La trasparencia está relacionada con la organización, el trabajo de las agrupaciones políticas y al financiamiento de estas en su coyuntural participación de una contienda electoral por dos razones 1.- Los electores tienen la obligación de conocer el dinero proveniente del soporte financiero el gasto público en campañas políticas publicitarias y de organización de su militancia 2.- De existir donaciones o financiadores se deberá detallar con claridad los mismos de manera de evitar el ingreso de capitales externos de dudosa proveniencia o nexos con actividades ilícitas. Aquí se hace indispensable que el estado mantenga el financiamiento a los partidos políticos con representación parlamentaria y los de reciente creación, en razón de que el financiamiento público buscará, entre otras cosas, crear condiciones de equidad en las competencias electorales y evitar que los grandes intereses económicos logren influir en los partidos políticos y éstos a su vez (convertidos en gobierno), actúen favoreciendo a tales grupos y no a la sociedad.
En sentido contrario, podría darse que el financiamiento público aleje a los partidos del control de sus afiliados, simpatizantes o electores, y los vuelve ajenos a los intereses y demandas de la ciudadanía, porque no vivirían la realidad en la que se encuentra la nación. En todo caso el financiamiento público de los partidos debe cumplir con tres premisas fundamentales igualdad, libertad y derecho de los partidos pequeños a participar en la vida política del país, con igualdad de condiciones.
Las encuestas o estudios de opinión tienen que ver mucho con la transparencia en toda disputa electoral porque el resultado de estas influye en el favorecimiento al voto de los indecisos a favor de un determinado partido político, se encuentra implícita al permitir proporcionar transparencia a la democracia, y contribuir a romper el monopolio político tradicional. La transparencia de la democracia se estudia como un fenómeno fundamental que permite el fortalecimiento de los partidos políticos ante la ciudadanía.
Los resultados que arrojan las encuestas electorales no favorecen a la izquierda ni a la derecha, ni a alguna corriente ideológica, sino simplemente son utilizadas para conocer las preferencias de los ciudadanos y para respetar el voto popular, buscando que se arribe a una popularidad que lleve a una alternancia que acelere la modernización política.
En cuanto se refiere a los programas electorales los partidos deberían al menos: a) Publicar digitalmente una versión completa y una versión del programa, claramente ordenada por temas o áreas; b) Evaluar y publicar el coste económico de las medidas electorales, así como los recursos con los que las financiarían. c) Explicar de forma clara las posibles alianzas electorales con otros partidos, d) Compromiso de velar por la equidad y alternancia de género en listas de candidatos. De ser gobierno mantener esta postura y equivalencia en el trabajo gubernamental incluyendo en su plan de gobierno a las minorías.
*Es ingeniero
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.