Pequeña Minería, privilegiando lo empírico a lo técnico

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

La Pequeña Minería en países en desarrollo como Bolivia, está caracterizada por criterios subjetivos, tales como:

* Mecanización escasa, inadecuada o inexistente, por lo tanto, todavía con un gran porcentaje de trabajo manual pesado.

* Bajo nivel de seguridad.

* Deficiente grado de formación técnica del personal.

* Ausencia de personal técnico en la operación, lo cual trae como consecuencia una deficiente planificación técnica de la explotación minera y del procesamiento o beneficio.

* Utilización relativamente deficiente de los recursos debido a la explotación selectiva de minerales ricos y una baja recuperación.

* Baja productividad del trabajo.

* Insuficiente consideración de peligros para el medio ambiente.

* Ausencia crónica de capital.

* Privilegiar lo empírico frente a una actividad minera planificada, ordenada y sistemática con personal técnico especializado, conduce a un círculo vicioso difícil de romper.

Pocas son las operaciones mineras, pertenecientes al sector de la Pequeña Minería cuyas actividades de producción y beneficio vayan acompañadas de las pruebas metalúrgicas de rutina y raras aquellas que llevan a cabo pruebas metalúrgicas de investigación. Entendiéndose como tales, no solo las pruebas realizadas en laboratorios especializados, sino también aquellas que son ejecutadas en laboratorios de campo con el mínimo de equipo y reactivos necesarios, pero que, con ensayos bien realizados y siguiendo protocolos establecidos, pueden proporcionar resultados sumamente útiles para la toma de decisiones.

Todo proyecto minero-metalúrgico, sea cual fuere su envergadura, debe necesariamente atravesar por diferentes etapas antes de llegar a constituirse en una actividad técnicamente eficiente, económicamente rentable, ambientalmente adecuada y ser socialmente aceptada. Estas etapas comprenden las investigaciones de laboratorio, pruebas de planta piloto y pruebas en planta industrial; sin embargo y por diversas razones este camino no es recorrido por la gran mayoría de las operaciones del sector de la Pequeña Minería.

Las consecuencias inmediatas de la ausencia del asesoramiento técnico especializado son: plantas de beneficio mal diseñadas, métodos de tratamiento y beneficio no adecuados para el tipo de mineral en cuestión, excesivo consumo de agua y energía, gestión ambiental inexistente tanto en el manejo de residuos sólidos y líquidos procedentes de la operación como de otros impactos que se podrían generar. Adicionalmente, ya en el trabajo rutinario no se efectúan controles en planta, ni mucho menos pruebas y análisis de laboratorio que permitan verificar la eficiencia del proceso mismo.

En resumen, el empirismo en el diseño, implementación y operación de una planta de beneficio da como resultado una actividad deficiente, con productos de baja calidad, pésimas recuperaciones, altos costos de operación, impactos ambientales negativos y toda la lista de criterios arriba mencionados.

El país cuenta con centros adecuados de formación de profesionales ingenieros y técnicos, sustentados en el desarrollo académico y de procesos de investigación científica y tecnológica, además de una adecuada vinculación con el entorno que permite contribuir al desarrollo local, departamental y nacional. Los operadores mineros deben entender que contar con personal técnico especializado no es un gasto, sino una buena y fructífera inversión.

A propósito de este último punto, con el permiso correspondiente del Editor, hago llegar mis congratulaciones a la prestigiosa Facultad Nacional de Ingeniería FNI, por su reciente aniversario�3 de Julio Salud�!!!

*Ingeniero Metalúrgico Asesor Técnico Proyecto BGI. Investigador