Buenas intenciones para diversificar la producción

Una buen deseo y el respectivo estribillo recurrente se expresan en la intencionalidad de las autoridades de minería, desde la superioridad del caso en el ministerio del ramo, pasando por algunos viceministerios, tocando algunas empresas mineras y metalúrgicas dependientes de la Comibol, la burocrática estatal que hace años muestra total inoperancia, gracias a la ineptitud de varios ejecutivos que no han podido reestructurarla para que se convierta en paradigma del desarrollo minero, su diversificación productiva y un lógico incremento de sus exportaciones.

Como enfatizan los analistas, no pasa nada de nada, son varios años en los que no se ha puesto en marcha ningún nuevo emprendimiento minero por lo que la extracción de concentrados se limita a los denominados yacimientos tradicionales en los distritos de Colquiri, con algunas ventajas y el caso de Huanuni, con muchas dificultades, incluyendo el caso de Corocoro, otros distritos menores y las cooperativas mineras, mientras que en materia de metalurgia, sólo la fundición de Vinto en Oruro, produce metálico en lingotes para exportación, aunque el beneficio de esa operación beneficia de manera directa a La Paz, donde está centralizado su registro empresarial. El caso de Karachipampa en Potosí sigue siendo una incógnita en función de asegurar su rendimiento continuado, para lograr lingotes de plomo y plata por supuesto con valor agregado para la exportación. Por lo demás, de los buenos deseos no se pasa a concretar las intenciones en hechos y por lo mismo la minería sigue siendo el pesado carro metalero que avanza dificultosamente.

No es posible entender qué sucede en el nivel de mando y decisión para reactivar la minería, realmente no pasa nada, como afirman los expertos, ya que sencillamente no hay avances y lo que se hace en dos proyectos de orden estratégico, como el litio en Uyuni o el hierro en el Mutún, corresponden a otra escala de lo que se llamaría la "minería emergente", en tiempo y espacio. Lo que no puede mantenerse en "statu quo" es la minería renovadora, esa que tendrá, no se sabe cuándo, la posición de reemplazar paulatinamente a la que se va agotando irremediablemente. La pasividad de las autoridades mineras, posiblemente por falta de asesoramiento profesional del ramo o la falta de "agallas" para imponer planes de renovación, exigencia de inversiones y trabajar en prospección y exploración, pero responsablemente, está dejando un lamentable saldo negativo para la diversificación minera, que se mantiene estática, improductiva y consignada como el rubro más controversial para la economía nacional, pues existiendo riqueza minera, no la aprovechamos como corresponde. Incapacidad e irresponsabilidad parecen ser las causas de la rémora minera en el país.