Es realmente sorprendente el poder que tiene una empresa brasileña para mover millonarios recursos de inversión en variedad de proyectos, especialmente de la construcción en gran escala, y que esa fuerza sea mal utilizada en una distribución de cuantiosos sobornos para que sus operaciones se extiendan a varios paÃses de la región sudamericana, comprometiendo a jefes de Estado y muchos polÃticos, que han resultado enredados en la maraña "odebrecista".
ParecerÃa un pulpo imposible de dominarlo y cuyos tentáculos se extienden por varios paÃses arreglando millonarios contratos, que por supuesto derivan en múltiples utilidades para el monstruo financiero, que resultó intocable, al punto que comenzó con demostraciones de su fuerza, enredando en primera instancia a las autoridades gobernantes de su paÃs, una vÃctima ahora en la cárcel, el lÃder polÃtico Lula da Silva y seguidamente a varios de sus próximos colaboradores, ex ministros y otros altos funcionarios, acusados de mal manejo de recursos, justamente los que mueve la Odebrecht, obtiene los contratos sobornando autoridades y luego las pone en situación delictuosa para asegurar la recuperación de recursos y pingües ganancias.
ParecerÃa un pulpo imposible de dominarlo y cuyos tentáculos se extienden por varios paÃses arreglando millonarios contratos, que por supuesto derivan en múltiples utilidades para el monstruo financiero, que resultó intocable, al punto que comenzó con demostraciones de su fuerza, enredando en primera instancia a las autoridades gobernantes de su paÃs, una vÃctima ahora en la cárcel, el lÃder polÃtico Lula da Silva y seguidamente a varios de sus próximos colaboradores, ex ministros y otros altos funcionarios, acusados de mal manejo de recursos, justamente los que mueve la Odebrecht, obtiene los contratos sobornando autoridades y luego las pone en situación delictuosa para asegurar la recuperación de recursos y pingües ganancias.
La acción del pulpo se extiende a otros paÃses, como lo confirmó un exempleado de la firma extorsionadora, al revelar que se entregaron fondos ilegales a presidentes del Perú, como Alejandro Toledo, Alan GarcÃa, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, todos ahora expresidentes y comprometidos con la Odebrecht, aunque varios de los denunciados rechazaron los cargos y se consideran "limpios" ante la infamia de la sobornadora.
Meses atrás el asunto se extendió a Bolivia, se ordenó la conformación de una comisión legislativa que investigó el caso Odebrecht y Lava Jato, concluyendo que ocho autoridades estarÃan involucradas con el escándalo de presuntos sobornos, incluidos en contratos para la construcción de carreteras. El informe legislativo no encontró responsabilidad en niveles del actual gobierno, pero quedaron algunas dudas sobre el manejo de sucios fondos provenientes de la empresa brasileña.
Este caso de sobornos de la Odebrecht ha ocasionado mucho malestar entre dignatarios de Estado, tanta presión que hasta generó el suicidio de un exmandatario peruano. Hay muchos otros comprometidos en estos escándalos, pero por lo visto no hay ninguna acción que en materia de defensa salga por los fueros del reclamo justo y denuncie la calidad irregular de lograr contratos bajo presión de sobornos y ulteriores consecuencias.
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