Gracias Paulito por enseñar a sonreÃr a un paÃs desangelado
14 jul 2019
Mariano Baptista Gumucio
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Fui lector y amigo de Paulovich (Alfonso Prudencio Claure), desde los tiempos en que con un grupo de audaces jóvenes católicos fundó "Presencia" como semanario, en coincidencia casual, si la memoria no me falla, con el estallido polÃtico de abril de 1952 que cambió tantas cosas para bien y para mal en el paÃs. En esos tiempos, Paulito, que dejó de ser devoto hijo de la Iglesia, lo era más todavÃa y su columna reflejaba sus inquietudes metafÃsicas, siempre con una gran preocupación por los desvalidos, los perseguidos e inermes. Recuerdo que ganó un concurso con un precioso cuento navideño ambientado en el altiplano paceño.
En los tiempos bravos del MNR cuando la persecución a sus opositores era implacable, Paulo con su columna ayudaba a apurar el mal rato, sin dejar de denunciar los atropellos y torerÃas de los represores.
Paulo pensaba que su triunfo fue una humorada de VÃctor Paz para humillar a su ex canciller. Por si acaso y sabiendo cómo funcionaban las cosas, Paulovich hizo una apelación a los miembros del partido de Gobierno: "Movimientista, tú que puedes votar dos y tres veces, vota una vez por tu partido y otra por mÃ".
Con su humor, talento y bondad habrÃa superado a Sancho en la Ãnsula Barataria pero es una de las reglas bolivianas que los tontos y los malos se eternicen en el poder y los buenos duren unos meses.
Intervino el Ministro del Interior y la solución salomónica fue dejar que se vistieran primero las mujeres y luego los varones, todos muertos de vergüenza, y se fueran a sus casas, convirtiendo el motel en una cooperativa para no perjudicar a los mozos que formaban parte de la Central Obrera.
Es un lugar común decir que en Bolivia ningún escritor vive de su pluma y por favor no se me entienda mal, como le pasó a don Roberto Prudencio cuando inició en su revista "Kollasuyo" una sección dedicada a la producción de jóvenes poetisas, sección que calificó como de "plumas jóvenes". Paulovich es quizá la excepción de la regla pues desde muy joven no dejó de escribir en los periódicos o hablar en las radios. No hizo fortuna pero sus ingresos apenas le alcanzaban para sobrevivir.
Paulito todavÃa llamaba a esos especÃmenes "coxuaters" y "penderejiles", pero en todas las demás expresiones ya no usó eufemismos como en el pasado. En el árbol genealógico de la familia imaginaria que acompañó a Paulito en sus crónicas diarias figuran varias tÃas y tÃos, su hijo Bruto, a quien prodigaba siempre muchos adjetivos como "memo mis de chinchulines", "tontÃn de mis entretelas", "taradito de mis contumelias" y "levudito de mis afanes", asà como varios nietos impertinentes. Con esta extensa familia Paulo comentó sabrosamente las peculiaridades e idiosincrasia de sus coterráneos, los absurdos y despropósitos de nuestra vida común, la falta de juicio y de mesura de nuestra colectividad casi siempre orientada al exceso y al absurdo.
Durante años dirigió cartas al único Subsecretario que hubiera justificado la reforma del Poder Ejecutivo emprendida por este gobierno y cuyo despacho sin embargo, todavÃa no ha sido creado mientras el Estado cuenta ahora con más de medio centenar de Subsecretarios. Me refiero al de Disparates.
Una de las notorias caracterÃsticas de nuestro ser nacional es sin duda, la falta de humor. Los bolivianos se rÃen ciertamente, pero casi siempre a costa del prójimo. Se cultiva un humor agrio, corrosivo, en el que la risa se convierte en sarcasmo y donde la desgracia ajena, desde la señora que cae en la calle vÃctima de un resbalón hasta el polÃtico que se precipita del poder a la ignominia, causan hilaridad.
Los humoristas en nuestra literatura se pueden contar con los dedos de una mano. Gustavo Adolfo Otero cultivaba un humor irritante y provocador que le causó varios exilios y confinamientos. Wálter Montenegro era deliberadamente un humorista tan fino que el grueso público a veces no entendÃa sus ironÃas.
Paulovich desde que inició su columna en "Presencia" y sobre todo en su etapa de madurez, cultivó siempre un estilo de humor que causaba gracias y arrancaba risas sin dejar magulladuras ni heridas. Como Carlos Gardel, de quien los entendidos afirman que cada vez canta mejor, de Paulovich se puede afirmar que cada una de sus columnas era mejor que la anterior y que todas ellas podrÃan figurar en antologÃas.
Se equivocan quienes piensan que por los males que ha sufrido, el nuestro haya sido siempre un continente de gentes agrias y malhumoradas. Según muchos testimonios los pueblos indÃgenas eran dados a la alegrÃa y el propio Cristóbal Colón escribió asombrado que "en el mundo no hay mejor gente ni mejor tierra; ellos aman a sus prójimos como a sà mismos, y tienen un habla, la más dulce del mundo, y mansa y siempre con risa".
Paulito, tú nos enseñaste a los bolivianos el arte de reÃrnos de nosotros mismos y sonreÃr ante las debilidades y flaquezas de los demás. Dictabas tus últimas columnas, porque ya no podÃas ver las teclas ni reconocer a las personas y te fuiste en silencio como el gran señor de la amistad y la nobleza, que siempre fuiste.
Te despido con hondo sentimiento cual si hubiera perdido a otro hermano.
Paulo Alfonso Prudencio Claure (conocido por los seudónimos "Alfonso Rudencio Claure", "Pavlovich", "Paulovich" y "Paulino Huanca") nació en La Paz, el 27 de agosto de 1927 y falleció en su ciudad natal el 7 de julio de 2019.
Fue Ministro Consejero de la Embajada de Bolivia en España (1969 y 1992), delegado de la Asamblea General de las Naciones Unidas (1978). Por su departamento natal, La Paz, fue Diputado (1962), Concejal de la AlcaldÃa (1987) y Alcalde Municipal (1989).
Su ingreso como miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua desde mayo de 1997 estuvo precedida por el discurso titulado "El humor, los humoristas y su padre".
Fue galardonado con el Premio de Periodismo de la Fundación Cultural Manuel Vicente Ballivián, el Premio Pedro JoaquÃn Chamorro de la Sociedad Interamericana de Prensa; Premio Nacional de Periodismo (1999) y el Premio Libertad (2008) por la Asociación Nacional de la Prensa.
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