Domingo 14 de julio de 2019
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Cuando los humanos eligen la senda abstrusa de pretender opacar al sol con una mano se sitúan en la absurdez perenne del Mito del SÃsifo.
El último campeonato mundial femenino desveló la inequidad en la bolsa por adjudicarse el primer lugar mundial del fútbol femenino. El presidente de la FIFA, (Federación Internacional de Fútbol Asociado) fue recibido con una estruendosa silbatina en la entrega de preseas. Existe una abismal diferencia entre el monto para las campeonas mundiales y la asignada a los hombres.
Un mundo equilibrado en derechos y oportunidades para mujeres y hombres es lo que aspira el habitante más sencillo del mundo y el más culto que hace prevalecer la sensatez.
La demostración inconformista de miles de espectadores y deportistas de ambos géneros sobre este tema discriminatorio fue elocuente, y debe servir como una reflexión sobre la fundamental aspiración humana que desecha vivir en un estado de discriminación entre géneros.
No es racional que quien ostenta el principal cargo del fútbol mundial ejerza el mismo con estas inequidades y no corregirlas para plácemes de la igualdad de género y la opción a las mismas oportunidades.
