El gran legado de Cameron Boyce

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Cameron Boyce nació un 28 de mayo de 1999 en Los Ángeles California, conocido actor estadounidense por papeles en las películas "Mirrors", "Eagle Eye", "Descendientes 1, 2 y 3", "Son como niños 1 y 2", pero alcanzó la fama al realizar la serie de Disney Channel "Jessie", y aparecer en pequeños papeles en otras series de la misma productora.

Muchos de los artistas que trabajaron con él se manifestaron horas después del informe de su deceso entre los cuales se encuentran los Twits de Salma Hayek quien no hizo esperar su sentido pésame a la familia "No puedo creer que mi hijo ya no esté", decía refiriéndose al papel que hicieron juntos en "Son como niños", otro actor que se expresó acerca de su muerte fue Adam Sandler quien escribió "Muy joven. Demasiado dulce y gracioso, era el niño más agradable, talentoso y decente. ¡Me encanto ese niño!, se preocupaba por su familia, se preocupa mucho por el mundo".

Cameron murió a sus 20 años, en la noche del 5 de julio mientras dormía a causa de una convulsión provocada por una patología que estaba siendo tratada por su médico.

A pesar de llegar a ser famoso a una corta edad, él no quería el dinero, ni la fama, ya que le parecía de lo más absurdo, tenía preocupaciones mucho más grandes y ocuparía todas sus ganancias en estas, decidió ser activista y ayudó a reunir los recursos necesarios para poder llevar agua potable a la mayor cantidad de lugares alrededor del mundo, además de donar la mitad de todas sus ganancias a instituciones de beneficencia de su país.

El veía la fama como una forma de dar el ejemplo y ayudar al que más lo necesite, para que pudiera tener sentido su tan abrumadora popularidad.

En sus últimos meses de vida ayudo al proyecto Thrist que intenta concientizar sobre la crisis mundial del agua, para el que recaudó 30 mil dólares, demostrando que con tan solo 20 años se puede lograr lo que no muchos logran en toda su vida, dejar una huella en el mundo y llegar a ser un ejemplo de que muchas veces las nuevas generaciones son los que enseñan a las antiguas a ser mejores personas.