El Mutún todavía no da señales de productividad

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Por supuesto que se trata de un proceso muy especial entrar en la dinámica de un complejo proyecto, como la habilitación de toda una zona de extracción de fierro y luego la construcción de una siderúrgica en la que se transforme esa materia prima y se la convierta en fierro, pero lo más importante en acero, lo que demandará cierto tiempo, pero dadas las condiciones actuales del caso deberían tenerse algunas informaciones sobre el proceso que ya debía estar desarrollando la empresa china que se adjudicó el proyecto y que contaba además con un seguro apoyo financiero de un importante banco asiático.

Los problemas en el Mutún han pasado por un largo periodo de pruebas, lamentablemente todas frustrantes hasta la última con la Jindal Steel una empresa hindú que optó por retirarse ante la presión legal del Gobierno nacional que reclamaba el cumplimiento de inversiones para el proyecto, desembolsos que no se cumplieron y terminaron rompiendo el contrato. Aunque la hindú reclamó por su parte el incumplimiento del Estado en la habilitación de un gasoducto para proveer 10 Mm/día de gas natural.

Actualmente y desde hace meses atrás se conoce el inicio de operaciones por parte de la empresa china Sinosteel Equipment, que desplazó personal "de avanzada" para preparar el terreno y comenzar la operación, considerada de alta importancia estratégica para el desarrollo del sector oriental del país, por su ubicación geográfica fronteriza con el Brasil, donde ya opera una enorme industria de acero.

En el caso del proyecto boliviano se consideró inicialmente una inversión de 450 millones de $us, pero que con el añadido de ciertos complementos, el valor llegaría a los 550 millones de $us, de los cuales el 85% corresponde al préstamo del Eximbank de China y el 15% restante deberá cubrir el Estado Boliviano.

Tras una serie de trámites altamente burocratizados se aprobaron las condiciones legales del préstamo bancario y la suscripción del contrato con la china Sinosteel, que en un tiempo determinado debía comenzar su trabajo en la zona del Mutún, donde en los últimos meses cambió la configuración del municipio al que migraron muchas familias del occidente, con la esperanza de ser parte del personal del gigante proyecto, se trata dicen de gente con experiencia minera en minas tradicionales.

Como fuera el asunto, el proyecto del Mutún marca cierto retraso en su implementación y aunque las autoridades de la Empresa Siderúrgica y los dirigentes cívicos del lugar optaron por silenciar sus reclamos, lo evidente es que en función del interés nacional, el asunto merece una explicación abierta pues se trata no sólo de una alternativa más en materia de minería estratégica sino del segundo mayor proyecto minero del país después del litio. Se esperan novedades, ojalá fueran positivas.

Fuente: LA PATRIA