La minería necesita estímulos para diversificar su desarrollo

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Un balance de la actividad minera casi al cierre del primer semestre del año en curso, permitió conocer a través del viceministro de Política Minera, Regulación y Fiscalización, Gualberto Hochkofler, que la actividad minera mostró un crecimiento en el rubro de producción de un 6,2 por ciento y de 2,2 por ciento en lo que corresponde a la exportación de minerales, comparativamente positivo respecto a igual periodo de la gestión pasada, indicadores importantes que se utilizaron en la "rendición de cuentas" de la gestión inicial 2019.

Es indudable que al comprobarse el incremento en los rubros de producción y exportación, automáticamente también se eleva el pago de impuestos que genera la minería y apareja el pago de las regalías mineras a favor de distritos y municipios donde se desarrollan los proyectos mineros.

La autoridad del viceministerio de minería, se mostró muy optimista al señalar que "la expectativa que tenemos es poder superar los resultados de la gestión 2018, tanto en la producción, las exportaciones y la contribución de regalías e impuestos, además de generar nuevos empleos, mejorar los ingresos en cada departamento y regiones, ya que la minería tiene un efecto colateral en el desarrollo territorial de nuestro país" remarcó la autoridad.

Algo que interesa saber es que el presupuesto asignado a la Comibol para la presente gestión alcanza a 430.937.035 bolivianos y hasta el primer semestre la ejecución era de 6 por ciento, equivalente a 24.067.084 bolivianos. Una mirada al rubro muestra que la estatal minera y sus principales empresas registran bajas ejecuciones presupuestarias, excepto Colquiri que registra utilidades y financia la instalación de un nuevo ingenio. El de Huanuni sigue siendo parte del atraso productivo en la minería estatal.

La industrialización

minera

Es interesante saber en propia confesión de una importante autoridad de la minería nacional, el actual presidente de la Comibol, que reconozca la situación del sector señalando que: "Llegar a la etapa de la industrialización de los minerales todavía está lejos porque la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) no hizo su trabajo debido a gestiones deficientes de los (pasados) administradores". Por supuesto que son varios y algunos "repitentes" en la responsabilidad de sacar adelante a la estatal minera.

La autoridad dijo también que la etapa de explotación hasta la industrialización corresponderá a la Comibol que tiene varios proyectos para el tratamiento de estaño, plomo, plata, zinc, faltando sólo antimonio, cinco elementos que favorecen la industrialización, agregando como ejemplo que "las chapas que se compran son de aleación de cobre y estaño", algo que en repetidas veces mencionamos en varias notas, como elemento importante para inducir a inversionistas al uso de nuestras materias primas metálicas, para diversificar nuestra industria, abriendo miles de empleos y avanzando hacia un proceso de crecimiento con sostenibilidad.

El hecho claro es que no hay apropiada dirección para encarar el proceso de reactivación de la minería, estancada actualmente por situaciones negativas como sostener una empresa estatal minera, inoperante, burocrática, que dispone de un presupuesto insuficiente para emprender proyectos de prospección y exploración, alcanzando objetivos precisos de habilitar nuevos yacimientos. Se reconoce que "ni siquiera se aprovecho el trabajo adelantado que se hizo en una zona potosina, donde se perfilaba un yacimiento parecido al de San Cristóbal, es el caso de Mallku Khota", donde se gastaron algunos miles de dólares, pero el proyecto sigue postergado.

Según los expertos, el problema de la minería es muy complejo, admitiendo que falta una política minera destinada a fijar lineamientos muy concretos para comenzar en el establecimiento de un presupuesto nacional para minería que esté equiparado con el que se destina para el caso de hidrocarburos y gas, sólo así se podrá trabajar de principio a fin en la ubicación, comprobación y habilitación de yacimientos mineros productivos y rendidores.

Hay sin embargo otro detalle que subsanar y que corresponde también a las autoridades nacionales del ramo y tiene que ver con la actualización y reglamentación de la Ley Minera 535, adecuándola a las necesidades competitivas del entorno vecinal, tomando ejemplo de las condiciones en que se mueven grandes inversiones internacionales, en el caso del Perú, Chile y la Argentina, donde se garantizan las inversiones y se obtienen resultados millonarios a través de múltiples proyectos mineros. En nuestro medio, no se puede avanzar por falta de ese elemento imprescindible: Seguridad jurídica.

Anular nuestra dependencia

Es urgente que se trabaje seria y responsablemente en la elaboración de esa requerida "política minera" que es la base para trabajar en una dinámica renovada que mueva el sector de la minería, pero con sentido objetivo y no como parte de continuismo de la fácil tarea de seguir en la línea tradicional extractivista como lo venimos haciendo desde la colonia, sin perspectivas de modernizar nuestros proyectos, inyectando capitales y sobre todo tecnología, que en el tiempo presente es el factor ineludible si se pretende competir en materia minera y dar utilidad de alto rendimiento a la riqueza que yace en varias zonas de nuestro territorio sin utilidad y sin alternativas de constituirse en parte efectiva de la diversificación de nuestra economía

La minería, según lo expresan muchos entendidos, se encuentra en una especie de "statu quo" posición sumamente perjudicial para el Estado, pues se trata de una riqueza "dormida", que no se la explota sólo por la inefectividad de quienes tienen la obligación de buscar las mejores condiciones para activar los procesos de prospección, exploración y la explotación de los minerales, asegurando para un futuro inmediato el crecimiento de la minería y su consolidación como proveedora de materia prima para la industrialización del ramo, abriendo las puertas a un crecimiento multiplicado de nuestra producción nacional, lo que significa fuentes de empleo, economía saneada y de manera repetitiva, desarrollo sostenible.

Pero el caso es que hay que tomar decisiones y las mismas deben surgir en las instancias que corresponden, el ministerio del ramo, la estatal minera y la voluntad laboral de nuevos emprendedores, de lo contrario la situación seguirá como al presente, reconociendo errores, sin subsanarlos y ampliando el arrepentimiento de la incapacidad y la improductividad, como lo afirman los propios conformistas del proceso vigente.

Agencias- Medios- PM.