El Manifiesto de Agravios de 1739 en informes y memorias

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Se conmemoran 280 años de la conspiración y redacción del Manifiesto de Agravios, acaecido en la villa de Oruro, en la actualidad se le reconoce como precursor de movimientos y levantamientos contra el sistema colonial (Bolivia, su historia, 2010:98-99), con ejecuciones y sentencias a sus vecinos acusados de traición al monarca español. Acudimos para un mayor conocimiento y explicación a dos documentos de la época: el expediente Charcas 363 del Archivo General de Indias y al informe del Virrey Villagarcía de 1745, inserto en "Memoria de los Virreyes que gobernaron el Perú", que coincide con el expediente citado, mencionando: "�?de este ruidoso suceso, se excitaron en la villa de Oruro algunas enemistades y se pusieron muy divididas los ánimos de los vecinos y regidores capitulares�?" (Mier, 1913:4-5).

Del primer documento, se extracta que la noche del domingo 5 de julio de 1739, el Corregidor de la villa de Oruro Martín de Ezpeleta, recibe la denuncia de Bernardo de Ojeda, de un levantamiento contra la vida del Corregidor y de la Corona del rey, por parte de Juan Vélez de Córdova y otros implicados, decidiendo entonces la autoridad recurrir al Alcalde Provincial Melchor de Herrera y al regidor Manuel de Ayllón, para la defensa del Rey y reafirmar la obediencia y vasallaje. Aprehenden al cabecilla, el criollo Juan Vélez de Córdova, redactor del manifiesto conspirador e incendiario, el mestizo platero Miguel de Castro y al Gobernador de Yanaconas Cacique Eugenio Pachacnina. Fueron interrogados y sin dilación ni demora ejecutados con la pena del garrote (Cárdenas, 2010:77). Continuándose las averiguaciones y detenciones de otros implicados como Nicolás Pérez de la Cruz y Carlos Pérez, ajusticiados a las dos de la mañana del 18 de julio(Cárdenas, 2010: 78).A ellos se sumarían Tomás Agudo y Ramón de Castro, capturados en Vallegrande (llevaban copias del manifiesto de agravios, para repartir en Cochabamba y Vallegrande a los caciques), y conducidos a Chuquisaca, sede de la Real Audiencia, donde fueron torturados y sentenciados todos por el delito de traición "�?contra la Católica Real Persona de Nuestro Rey y Señor, maquinada en la villa de Oruro�?"

Casi la totalidad del vecindario fue conminada por un Auto del Corregidor Ezpeleta, de presentarse y entregar sus armas, además presiona a la Real Audiencia dar a la brevedad una Real Provisión, "�? fuertísima para castigar a todos los cómplices que el fuego todavía está cundiendo y todo era muy delicado�?" (Cárdenas, 2010:172). El 9 de agosto el Corregidor emite sentencia contra aquellos que tuvieron algún grado de participación o conocimiento del alzamiento en la villa. Las penas fueron duras y otras leves, como: el destierro al presidio de Valdivia por diez años, destierro al Cuzco, a la Casa de la Moneda de Potosí, destierro perpetuo al monasterio de Santa Teresa de la Paz, en el caso de María Encinas, mujer de Miguel de Castro, al indígena Lucas de Achacollo, le fue revocada la sentencia, remitiéndolo a un Obraje de La Paz. Enviado por la Audiencia de Charcas, llega a la villa de Oruro el Oidor Francisco de Mirones, expidiendo un Auto que ampliaba las averiguaciones, culminando las mismas con la sentencia de 27 de noviembre, donde Ambrocio Arce, Lorenzo Terceros y Lorenzo Yáñez a diez años en el presidio de Tucumán, a destierro de esta villa por diez años a Paredes, Guzmán, Vasualto y Bolaños, y a María Encinas a mudar de este territorio, a 25 leguas, sanción no aceptada por la Audiencia, puesto que sólo el Rey o el Virrey podrían indultarle. Finalmente, Mirones agradeció y elogió la fidelidad del Corregidor Ezpeleta, ordenando cerrar el cuartel y disolver las milicias, continuando las rondas por la noche en la villa (Cárdenas, 2010:92).

Sobre las primeras referencias de este histórico acontecimiento ya en el Oruro republicano, llega una copia enviada desde Vallegrande por el señor Federico Rocha, el año de 1912 dirigida al Doctor Adolfo Mier, dándole cuenta del informe del Virrey Marqués de Villagarcía de 1745 (Mier,1913:8). Se entendería por la fecha que se tuvo conocimiento de este magno suceso doce años antes del viaje de Marcos Beltrán Ávila a Sevilla en 1924. Dice así:

CORREGIMIENTO DE ORURO

"El Corregidor que fue de la Villa de Oruro, don Martín de Ezpeleta y Villanueva, descubrió el año pasado de 1739, una conjuración que trazaba don Juan Vela de Córdova, unido con don Eugenio de Pachamira, Gobernador de los naturales y Miguel de Castro a los que aprehendió y sustanciada la causa en breves horas los condenó a la pena del último suplicio, que ejecutó luego por juzgarlo conducente a la pública quietud, y poco después lo practicó igualmente con Nicolás de Encinas y Carlos Pérez, comprendidos en el mismo delito: hizo armar los vecinos de la villa y dio aviso a los Corregidores de otras provincias para que estuviesen con cuidado y procurasen aprehender dos correos que los conjurados despacharon con un papel sin firma, intitulado Manifiesto de Agravios, en que suscitan a los naturales del Reino para que se uniesen en la conspiración, y sacudiesen el yugo de la obediencia. Con dictamen del real acuerdo aprobé al Corregidor lo ejecutado, y en premio de su celo, le nombré teniente de capitán General del distrito, y a Bernardo de Ojeda, que artificiosamente, se mezcló con la conjuración para averiguarla y dio cuenta de ella, le hice Protector de los naturales, y por la gravedad de la materia y sus consecuencias, dispuse que pasase a aquella Villa a proseguir y fenecer la causa contra los cómplices con mayor formalidad, e investigase a fondo su origen y resultas, el señor Don Manuel Isidoro de Mirones, Oidor de la Real Audiencia de Chuquisaca, encargando al señor Presidente y Ministros de ella, por su inmediación estuviesen a la mira para proveer de remedio oportuno en las novedades que ocurriesen, previniendo al Corregidor se abstuviese en intervenir de ejecutar sentencia capital sin la aprobación de la Real Audiencia.

El señor Mirones que cumplió exactamente su comisión condenando a destierro a varios sujetos, por no haber denunciado lo que entendieron de la conspiración, declaró por libres de toda sospecha y leales vasallos de Su Majestad, a los vecinos de la Villa, y dio gracias en nombre del rey a su Corregidor, y todo lo actuado se aprobó por la expresada Real Audiencia, a cuyo examen lo remití, y en aquel tribunal se sentenció con la debida prolijidad la causa contra Ramón de Castro, uno de los correos que pudo ser aprehendido con el manifiesto, y se condenó a la pena capital, como reo de lesa majestad.

Las cuidadosas averiguaciones y autos que se hicieron no dejaron duda de la maquinación de don Juan Vélez de Córdova y sus consortes, no llegó a tomar cuerpo ni a contaminar otras provincias, ni personas fuera de aquellas que entre las destemplanzas de la embriaguez pudo atraer a su intensión, ni esta se apoyó de más fundamento que el bárbaro despecho que le produjo su inopia sin que quedase prudente recelo de algún posterior movimiento, como lo participó a Su Majestad el 26 de febrero de 1740, y la justificada resolución contra Ramón de Castro, sinceró al Corregidor de las sindicaciones con que sus émulos le notaron de precipitación vidente y movida de privados afectos la ejecución de la pena ordenada que impuso a los principales reos.

De este ruidoso suceso se excitaron en la villa de Oruro algunas enemistades y se pusieron muy divididos los ánimos de los vecinos y de los regidores capitulares, aumentándose con ocasión de las elecciones de alcaldes, y se movieron empeñados litigios, parcializándose unos contra el Corregidor y otros en defensa de él�?

El Manifiesto de Agravios es actualmente Patrimonio Histórico Cultural de Oruro por Ley Departamental 119, siendo necesario la difusión, debate y preservación del primer escrito libertario.

Fuentes Primarias.

Expediente Charcas 363. Archivo de Sevilla. Estanislao Just, traducción.1998.

BIBLIOGRAFÍA.

Bolivia su Historia Tomo 3 Reformas, rebeliones e independencia. 2015. La Paz.

CÁRDENAS Medina, Javier De la Conspiración al Manifiesto de Agravios. 2010 Oruro.

MIER, Adolfo, La Real de Oruro Tomo II, Imprenta El Industrial 1913 Oruro.