Notoria indiferencia con la problemática minera

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Para analizar la situación de la minería en nuestro distrito, se han realizado varios eventos, bajo diversas características, llámense seminarios, talleres, coloquios y hasta un "encuentro minero" con el objetivo de trabajar en la "construcción de la agenda minera 2020 - 2025" una proyección para el quinquenio venidero a partir de establecer las necesidades del presente en función a posibilidades de nuevos emprendimientos que sean resultado de algunos trabajos de prospección y exploración en algunas comunidades de nuestro departamento.

Tras un interesante intercambio de opiniones, la mayoría muy concretas en función de las condiciones actuales, marcadas por una "notoria indiferencia del Estado con la problemática minera", se coincidió en replantear una vez más al poder Ejecutivo, el cumplimiento de promesas, algunas del propio ministro de minería, otras de viceministros, del presidente de la Comibol y en especial del Gobernador departamental, para motivar responsabilidad en la aprobación de una política minera sectorial, que compense esa "indiferencia" de más de una década, en la que no se ha hecho ni una sola nueva inversión, por lo mismo hay un marcado desinterés con el desarrollo de Oruro, que depende de la actividad minera (hipotéticamente hablando).

Al no haber prospecciones con resultados positivos, la exploración se hace muy dificultosa y las buenas intenciones de encarar emprendimientos mineros se diluyen ante la carencia de recursos financieros, pues lo que actualmente se dispone para exploración minera, es una "ridícula" parte de un bajo porcentaje que está regulado por la Ley 535, aunque todavía la misma no está reglamentada, aspecto que mantiene en statu quo algunas intenciones privadas de inversionistas, que han expresado interés en la minería local, pero a partir de la aplicación de "claras reglas de juego", con garantías y plena seguridad jurídica.

En el "encuentro minero", los actores del sector, productores mineros, dirigentes laborales, altos personeros de la UTO, otros del sector empresarial y las autoridades de la Gobernación, reprocharon el descuido oficial con el rubro minero, el que no tiene ninguna contribución excepcional que facilite su reactivación. Acordaron de manera conjunta exigir el cumplimiento de varias promesas para encarar el desarrollo de la minería departamental.

Un aspecto que seguramente está esperando su operabilidad para facilitar en el futuro las operaciones mineras, tiene que ver con la posición que adoptan algunos comunaríos de ciertas poblaciones al oponerse a las actividades mineras, sin agotar relaciones y tratamiento del tema con los inversionistas que están dispuestos a invertir, si se les garantiza seguridad jurídica. Este es un tiempo prudente para retomar el tema y esperar que los representantes de la "orureñidad", pongan las cosas claras y exijan un plan de reactivación minera para el departamento de Oruro.