Charlie, la mascota humanizada y de comportamientos extraños

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Charlie es el nombre de un can especial debido a su comportamiento, es una mascota, como lo definió su veterinario, humanizado. Su comportamiento es extraño debido a las enseñanzas que le dieron desde que llegó a la casa de su ama y protectora, Paola Loayza.

Este animalito es un perrito de raza Chapi criollo y cuya apariencia, con solo al verlo, enamora. Tiene tres años y un mes, su fecha de nacimiento es el 4 de junio de 2016.

"Cuando me lo regalaron, era un perrito negrito, chusquito, feíto, se quedó en casa, fue comiendo bien y comenzó a cambiar su pelaje, ahora tiene un pelaje pimienta", señaló.

Charlie es un can cariñoso con su ama, muestra un comportamiento tranquilo, es tímido y juguetón, le gusta interactuar con niños y con mujeres, a los varones mayores no les tiene mucha confianza.

Le gusta ponerse ropa y cuando la siente sucia, comienza a jalarse en señal de que deben cambiarle. Cuando no la tiene, comienza a temblar, pese al pelo que tiene. Tiene un modo peculiar de sentarse, lo hace de costado.

Charlie no come chocolate, fideos, ni papa frita. Su alimento favorito es el pollo, mejor si es al espiedo y desmenuzado, porque presas enteras no las prueba.

"Le pico la comida, la mezclo y recién come, si le doy una pierna entera, él no va a comer. Alterno con comida balanceada", señala su dueña.

En vacaciones, Charlie se despierta a las 11:00 horas, luego su dueña lo saca para que haga ejercicio durante su caminata diaria. Una vez en la casa acompaña a su ama en la actividad que desarrolle. Luego de almorzar va al baño y por la tarde acompaña a la oficina a su ama o se queda en casa, esperando su retorno junto a su abuelo.

Antes estaba más solo, pero ahora recién socializa con otro can que está en la casa. Ya en la noche se acomoda en la cama para ver una película junto a Paola, a las 22:00 horas de cada día siente sueño y se mete a la cama.

"Empieza a rascar en la parte de arriba, hace un bultito y se mete por debajo de las frazadas", añadió.

Otros dos aspectos que lo hacen diferente, siempre pela su maní solo y entiende las conversaciones de los humanos, porque interactúa en el diálogo de las personas. Asimismo, no le gusta ir al peluquero y a diferencia de otros canes, les gusta los gatos porque cuando se les acerca, comienza a lamerlos.

Charlie por lo general adoptó comportamientos humanos, aspecto que lo hace único, no solo para sus dueños, sino también para la gente que lo conoce.

Fuente: LA PATRIA