Las emociones de un cotejo regular se vieron en el primer tiempo por los goles convertidos por Julio César Cortez, a los 26 minutos, y del argentino Luis Sillero a los 32 por la vía del tiro penal. Por lo demás el encuentro dejó un sabor amargo.
TRINIDAD, jul 25 (APG).- En un partido en el que se pagó caro la falta de definición, los planteles de Real Mamoré y Blooming empataron a un gol por lado, este domingo por la noche en el estadio Gran Mamoré, en cotejo que dio por cerrada la primera fecha del campeonato Clausura 2010.
Las principales emociones de un cotejo de nivel regular se vieron en el primer tiempo por los goles convertidos por Julio César Cortez, a los 26 minutos, y del argentino Luis Sillero a los 32 por la vía del tiro penal. Por lo demás el encuentro dejó un sabor amargo entre los espectadores benianos, debido a que las mejores posibilidades de incrementar la cuenta estuvieron del lado local.
Real Mamoré trató de no decepcionar a los aficionados que se dieron cita en el estadio Gran Mamoré, donde se vivió un cotejo en un horario atípico. A pesar de la generación de claras ocasiones de gol los benianos fallaron en los remates y sus errores les impidieron conseguir la victoria para comenzar con pie derecho su lucha por evitar el descenso de categoría.
La afinada puntería de Cortez, que con un disparo de larga distancia, permitió que el Turbión Ribereño quede un paso adelante en la cuenta frente a un plantel bloominista que respondió de inmediato y alcanzó el empate por intermedio del tiro penal anotado por Sillero (32´) tras una falta cobrada dentro del área contra el mismo Sillero.
Con el marcador igualado a un gol los equipos se fueron al descanso, que permitió a los entrenadores reorganizar las ideas y buscar los primeros tres puntos; sin embargo, dentro de la cancha sólo hubo buenas intenciones de ambos bandos y el compromiso cayó en un juego lento, carente de presión en la puntada final.
El argentino Martín Palavicini fue el delantero que más claras situaciones desperdició, al ver despredicadas estas oportunidades Real Mamoré se mantuvo firme no sintió el desgaste físico y mantuvo en complicaciones al rival.
Blooming que llegaba al compromiso con el gran favorito no pudo sobrepasar al Turbión Ribereño, que forcejeó por quedarse con los tres puntos y la figura de Pablo Lanz surgió para evitar la venida de una conquista celeste.
Con el pórtico custodiado de la mejor forma posible Real Mamoré se concentró en procurar romper con la paridad; sin embargo, falló en el puntapié final y las fuerzas comenzaron a abandonar a los jugadores de Blooming en la recta final.
Carlos Aragonés, técnico de Blooming, para tener más claridad en la mitad de la cancha hizo ingresar a José Luis Chávez, pero el cambio apenas duró un par de minutos porque el jugador fue expulsado a los 80 minutos por una jugada antideportiva.
Fuente: LA PATRIA
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