Deimar "chupete" Mariaca, la esperanza del fútbol boliviano

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"Lo primero que quiero hacer es ayudar a todos los niños pobres, a todas las señoras pobres que hay en Bolivia, ese es mi sueño, porque esa es la dura realidad de Bolivia, por eso hay que ayudar", con esas palabras el niño boliviano, en ese entonces, de 13 años Jeremi Deimar Mariaca Calle, daba su punto de vista con el corazón, durante una entrevista que le realizaron reporteros de la televisión japonesa NKH World, en el documental denominado "Somewhere Street" (en algún lugar de la calle).

Pasaron dos años de aquel día, para que las redes sociales hagan su trabajo, trascender el descubrimiento de aquel talento oculto, en una de esas calles de Pasankeri Norte de la ciudad de La Paz.

El fin de semana reciente, LA PATRIA estuvo junto al "chupete", Deimar Mariaca con quien se compartió más de dos horas de juego, entrevistas en medio de risas, sesión de fotografías, emociones y sueños.

Los ojos del talento boliviano, se abrieron el 27 de marzo de 2004 en la ciudad de La Paz y de nacimiento se consideró un amante del fútbol, cuya pasión surgió desde los cuatro años motivado por su papá, Alberto Mariaca.

"Todo nació a mis cuatro años, mi papá siempre me entrenó y mi afición al fútbol se podría decir, fue desde que nací. El patear la pelota es olvidarse de los problemas, estar en la cancha de fútbol es olvidarse de todo, eso significa para mí. Además, es una gran herramienta para ayudar a muchos, en el sentido de colaborar", afirmó.

CRACK

Verlo jugar con su amiga la pelota, es todo un ensueño, es preciso y único, un verdadero "crack" del fútbol. Las piruetas que hace, pararse sobre el balón es impresionante, golpes de cabeza, hombro y rodillas, sin dejar de lado jugadas de un amplio dominio técnico, como las chilenas de Pelé o las bicicletas de Ardiles, lo hacen ver, que en un futuro no muy lejano, será todo un referente del fútbol nacional.

En la actualidad estudia en el cuarto de secundaria del colegio Don Bosco de La Paz. Su deseo luego de salir bachiller, es ser jugador profesional de fútbol y estudiar la carrera de Medicina, ya que tiene el profundo deseo de ayudar y salvar la vida de las personas que lo necesiten.

Comenzó a jugar a sus cuatro años, su papá Alberto fue su primer entrenador, además de dedicarse siempre a su cuidado como al de su mamá.

A sus cinco años fue parte del Club Bolívar, estuvo solo dos años porque confesó que no le alcanzaban los recursos económicos para mantenerse en ese equipo. Luego pasó al Club La Paz Líder, fue ahí que Deimar aprovechó toda la oportunidad que se le dio y sacó todo su potencial deportivo, cimentando y forjándose como un gran talento del balompié nacional.

Más tarde ingresó al Club Loyola, entidad dependiente de Bolívar. También pasó por el equipo Ayuda País, donde tuvo buenos entrenadores y practicó con jugadores de la Sub-17. Pasó a Always Ready, no duró mucho tiempo porque él junto a sus compañeros pasaron al Club Litoral, donde actualmente juega y entrena.

FÃ?TBOL

Lo decíamos antes, el fútbol para el "chupete" representa absolutamente todo en su vida: "Con el nací, con el crecí, es un gran amor que le tengo a la pelota. Se puede decir que duermo fútbol, como fútbol, desayuno fútbol y mi sueño es jugar un mundial, considerarme en primera, jugar en la Champions League para representar a mi Bolivia y seamos una cuna de grandes deportistas. Cumpliendo ese sueño, el objetivo es ayudar a las personas que lo necesitan de verdad".

Deimar es hincha de Bolívar a nivel nacional, aunque también admira al The Strongest, mientras su equipo favorito a nivel internacional es el Paris Saint Germain (PSG) de Francia. Entre los jugadores que admira está Rudy Cardozo y Williams Ferreira.

Asimismo, Deimar se dirigió a los niños y jóvenes de Bolivia que se iniciaron en el mundo del deporte, exhortándoles que siempre sueñen, porque solo a través de ellos, se podrá alcanzar lo que se desea, muchas veces sin importar la edad.

"Lo que yo vivo es un sueño y le agradezco a Dios. Si sueñan tienen que esforzarse mil por mil, entrenar día y noche para representar a nuestra Bolivia, estoy seguro que lo vamos a hacer", manifestó.

"Chupete" se despidió pateando a la pelota, lo que más le gusta hacer, con jugadas dignas de admirar y hacen ver que será el próximo "10" que el fútbol nacional estaba esperando.

Fuente: LA PATRIA