Cuatro años marcó el avance de una primera gestión que se amplia con un segundo periodo del que se han cumplido los seis primeros meses y permite a los analistas, políticos y estudiosos del proceso efectuar algunas apreciaciones que son el reflejo de diferentes posiciones ciudadanas sobre un tiempo en el que todavía no se observa el cambio en la conducción estatal que debería abrirse a la gestión económica y administrativa y no seguir en la prioridad de la agenda política.
Sin lugar a dudas la maratónica aprobación de las cinco leyes orgánicas puede resultar el hecho sobresaliente de este corto tiempo de la nueva gestión en la que también debe instrumentarse la aplicación paulatina de la Constitución Política del Estado…esta última mención para señalar que hay dificultades que necesariamente deberán ser vencidas para hablar objetivamente de cambios.
En nivel oficial como hecho sobresaliente de la gestión gubernamental se hace alusión a “logros económicos” referentes a la inversión pública que de 500 millones de dólares el 2005 pasó a 1.800 millones este 2010, sin embargo del sustancial incremento en las reservas monetarias nacionales el común de la gente señala que ese esperado beneficio aún no llegó a los bolsillos de la población.
Se anunció una sesión de gabinete “ampliada” este fin de semana para evaluar con total amplitud la marcha del proceso de cambio que aparentemente está caminando con mucha lentitud, al margen de la carrera de asambleístas para aprobar bajo presión directa del poder central las cinco leyes que ya están promulgadas pese a la resistencia de una oposición rica en argumentos pero definitivamente pobre en el momento de resolver las cosas por voto.
En el ámbito general las cosas tienen otro cariz y es que para los trabajadores no se han presentado mejores opciones salariales, tampoco han sido creadas más fuentes de empleo, pero se incrementó la salida de bolivianos al exterior, una mayoría en busca de empleos seguros y los otros en plan de huída ante una “persecución” política.
Estos antecedentes nos hacen ver que entre el periodo pasado y el cortísimo de seis meses en la actualidad no se han producido cambios sustanciales y el tratamiento de las cosas políticas continúa ocupando el mayor tiempo del gobierno, situación que podría cambiar si el resultado del análisis de gestión así lo demuestra y se reencamina la gobernabilidad priorizando la economía y la estrategia productiva nacional.
No existió confirmación directa en los niveles superiores del poder ejecutivo, pero podía percibirse un ambiente particular que en algunas ocasiones significa la posibilidad de cambios en la estructura del Gabinete, situación que podría tener un efecto alentador para considerar con seriedad el manejo de la administración estatal con impulso directo a los sistemas productivos, las condiciones de su mayor crecimiento y el cumplimiento de las metas trazadas para mejorar las condiciones de vida de todos los bolivianos.
Fuente: LA PATRIA
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