El fracaso del fútbol boliviano: una vergüenza aborrecible

El tema del fútbol en Bolivia es muy especial por su arraigo en la población femenina y masculina. Los desastres deportivos crean malestar y energía negativa. La participación en la última Copa América en Brasil ha sido la peor de la historia con derrotas y cero puntos. Existen responsables que no son los dirigentes de la Federación Boliviana de Fútbol, sino el Técnico, Eduardo Villegas, por su improvisación táctica y principalmente los jugadores por su pésima dedicación. Es increíble que otros países mejoren, como Venezuela y Perú, y Bolivia acabe en el fondo.

Hay jugadores bolivianos que piensan más en la billetera que en su selección, afirmó este miércoles en La Paz el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), César Salinas, molesto por las derrotas de la Verde en la Copa América de Brasil-2019. El mandamás del fútbol boliviano tuvo duros términos sobre la situación actual del combinado altiplánico, en el fondo de su llave: "Hay que hacer un cambio profundo en nuestro fútbol, porque estamos mal, muy mal, hay jugadores que no sienten la polera (camiseta)", sin identificar a nadie. Salinas afirmó que en otras federaciones de fútbol de la región existe la política de pagar a los deportistas, en función a metas, pero que en el caso boliviano "saquen o no un buen resultado, se aseguran un dinero y listo".

Como la situación de nuestro país, sumido en una crisis total, el futbol boliviano está igual, ya en la Copa "Libertadores" se vislumbraba que los equipos estaban en un nivel muy bajo, y como consecuencia les fue muy mal, y en la Copa "América", con la Selección la crisis llegó a su peor momento histórico, nada funcionó, y fracasaron tanto el Técnico como los jugadores, dándonos una nueva decepción, y los bolivianos que buscamos desesperadamente alegrías, en nuestra vida sombría, de mucho trabajo, autoexplotación y sufrimiento, volvimos a caer en la depresión.

El fútbol necesita una reestructuración total, una nueva Federación, nuevos dirigentes y diferentes campeonatos, y sobre todo verdadero trabajo en divisiones inferiores, que genere fútbol de calidad y devoción, y no mercantilismo. Lamentablemente el Gobierno también contribuyó a esta difícil situación, con sus falsas promesas y con sus canchas bonitas, pero que impiden a los niños practicar deporte, porque hay que pagar para usarlas, además el ministro del ramo es un ineficiente, que en muchos años no hizo nada bueno por el deporte.

El fútbol se encuentra en terapia intensiva y necesita cambios extremos, mejorar en todos los sentidos, y sólo se podrá si lo hacemos todos juntos, entonces soñaremos con éxitos y resultados positivos.

Bolivia fue el primer país en dejar Brasil, donde su paso fue intrascendente sin mostrar ninguna virtud futbolística de la cual pueda sujetarse el entrenador Eduardo Villegas para responder ante las críticas. Dentro del conjunto de malas decisiones hubo algunas individualidades que trataron de sacar la cara por el resto, pero la diferencia era amplía frente a los rivales. Los futbolistas parecen comerciantes que sabotean todo esfuerzo patricio. En sus épocas Bolivia ganó una Copa América en 1963 y salió segunda en otra en 1997 y siempre ganó puntos. La actitud de los futbolistas que ganan entre 3.000 y 8.000 dólares por mes es una pena. Antes jugaban en Europa en equipos profesionales de primera línea. Ahora lo hacen en Segunda División.

Ya basta de fraudes deportivos. Los jugadores no están mal preparados físicamente, todos hemos jugado fútbol y sabemos de los esfuerzos, los jugadores profesionales bolivianos no se encaminan a objetivos fundamentales. La defensa y el mediocampo bolivianos son un desastre y no existe delantera, Villegas debe irse y estos jugadores también.