La Iglesia Católica celebra cada año la fiesta del Corpus Christi o sea del Cuerpo y la Sangre de Cristo, reviviendo la institución de la EucaristÃa que tuvo lugar el Jueves Santo, cuando Jesús durante la Ã?ltima Cena con sus apóstoles convirtió el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre y se lo dio para que pudieran recibirlo y asà estar Ãntimamente unidos con Jesús.
Juliana, desde joven, sintió una gran devoción al SantÃsimo Sacramento y siempre añoraba que se celebrase una fiesta especial en su honor. Según ella relata ese deseo se intensificó en una visión en la que vio a la Iglesia como una luna llena brillante, pero con una mancha negra, que significaba la ausencia de la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Juliana, desde joven, sintió una gran devoción al SantÃsimo Sacramento y siempre añoraba que se celebrase una fiesta especial en su honor. Según ella relata ese deseo se intensificó en una visión en la que vio a la Iglesia como una luna llena brillante, pero con una mancha negra, que significaba la ausencia de la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
El Papa Clemente V en el Concilio General de Viena (1311), ordenó la celebración de esta fiesta. Al principio no se hacÃa la procesión con el SantÃsimo, pero luego se empezó a realizar, enriquecida por las indulgencias que concedieron los papas a los fieles que celebrasen el Corpus Christi.
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