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Domingo 23 de junio de 2019

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Revista Dominical

A 52 años de la masacre de San Juan

23 jun 2019

Por: Alejandra Montecinos Juaniquina

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"Víctor Paz Estenssoro, a dos años del rompimiento de las relaciones con Cuba, cayó del gobierno por un golpe militar encabezado por su compañero vicepresidente general Barrientos Ortuño, que hizo un gobierno aún más reaccionario antinacional y antiobrero, redujo el salario de los trabajadores y culminó con la brutal masacre de los mineros en la noche o madrugada del 24 de junio de 1967, o sea en la fiesta de San Juan, por lo que la voz popular la denominó la ´Masacre de San Juan´", Nilo Soruco, cantautor boliviano.

En la madrugada del 24 de junio de 1967, fue ejecutada la denominada "Masacre de San Juan", en los centros mineros de Catavi y Siglo XX, para reprimir cualquier intención de contacto entre la guerrilla y el revolucionario Ernesto "Che" Guevara, que representaba una amenaza para el gobierno del dictador René Barrientos Ortuño.

A 52 años de un acto cruel y premeditado realizado por el gobierno del general René Barrientos Ortuño se recuerda una de las fechas más trágicas de la historia de Bolivia.

A 52 años de un acto cruel y premeditado realizado por el gobierno del general René Barrientos Ortuño se recuerda una de las fechas más trágicas de la historia de Bolivia.

"La masacre minera de San Juan, ocurrida en la madrugada del 24 de junio de 1967, no figura en las páginas oficiales de la historia nacional, aunque se mantiene viva en la memoria colectiva y se la transmite a través de la oralidad, de generación en generación, convirtiéndola en algunos casos en cuentos y leyendas, como sucede con los hechos históricos que se resisten a sucumbir entre las brumas del olvido. Y si lo cuento aquí y ahora, es porque fui testigo de esa horrenda masacre a los tres días de haber cumplido nueve años", recuerda Víctor Montoya, escritor boliviano.

Según rumores llegados hasta la presidencia del general Barrientos, se creía que en los centros mineros se estaba organizando un nuevo movimiento guerrillero revolucionario similar al del Che Guevara, por lo que, con una orden directa, se decide cortar el problema de raíz y borrar cualquier posibilidad de una guerrilla boliviana unida a la del Che.

"Teníamos cosas por las que pelear los mineros, y ahí es cuando llegó el Che Guevara, quisimos nosotros colaborar en ese sentido, tal vez con una mita o demás situaciones, y es ahí donde el gobierno empezó a recriminarnos, y esa recriminación fue la noche de San Juan donde asesinaron a muchos compañeros que tuvimos nosotros", relata un minero de Siglo XX.

En la tarde del 23 de junio fracciones de los regimientos Camacho y Ranger, de Oruro, recibieron la instrucción de partir en 12 vagones del ferrocarril desde el centro minero de Huanuni, desembarcando en la estación de Cancañiri, donde ocuparon con violencia los campamentos mineros de Llallagua, La Salvadora, Catavi y Siglo XX y asaltaron la emisora "La Voz del Minero" y la Plaza del Minero.

"Estaba en Huanuni y, en Huanuni, cabalmente es cuando yo he podido observar cómo han preparado la masacre de San Juan, el comandante del regimiento Camacho, el comandante del regimiento Ingavi fueron destinados para participar en la masacre utilizando el ferrocarril que teníamos entre Oruro-Machacamarca y las únicas comunicaciones eran a través de los teléfonos o las radios, yo sinceramente he quedado amargado porque no he tenido la ocasión de comunicarles oportunamente a mis compañeros", señaló Cirilo Jiménez, exdirigente de la federación de mineros de Huanuni.

Aproximadamente, a las 05:00 horas del 24 de junio de 1967, cuando aún varios mineros festejaban la noche de San Juan, fueron sorprendidos por intensas ráfagas de fusiles y ametralladoras, muchos de los pobladores los confundieron con dinamitazos o cohetillos, pero los gritos de mujeres y el llanto de los niños hicieron que se dieran cuenta que estaban siendo atacados, habían sido acorralados, las balas venían de varias direcciones.

"Ellos han venido hasta el sindicato porque, si conocen, no dista mucho, la Plaza del Minero está por el río Chaquimayu, al otro lado es Llallagua y a este otro es Siglo XX, entonces han venido y como prácticamente era oscuro se han tiroteado entre ellos, los policías con el Ejército", rememoró Felipe Mena, exminero.

Las víctimas se volvieron incontables, muchos mineros de La Salvadora fueron atacados cuando ingresaban a la mina, otros fueron fusilados en sus camas y el caos empezó a llenar a la población.

"La empresa, en complicidad con los masacradores, cortó la luz eléctrica aquella madrugada, para que las radios no pudiesen transmitir ninguna alarma a los pobladores; en tanto, los soldados, que estaban apostados en el cerro San Miguel, cercano de Cancañiri, La Salvadora y el Río Seco, bajaron como recuas de asnos por la escarpada ladera y ocuparon a fuego los campamentos, la Plaza del Minero, la sede del sindicato y la radio La Voz del Minero, donde fue asesinado el dirigente Rosendo García Maisman, quien, parapetado detrás de una ventana, defendió la radio con un viejo fusil en la mano", contó Montoya.

LA PATRIA informó al día siguiente: "A las 4:55 de ayer, las poblaciones mineras de esta zona amanecieron con intensos disparos de fusiles, ametralladoras y explosiones de dinamita, cuando las fuerzas del Ejército y la Policía Minera ocupaban los campamentos mineros en sangrienta acción."

A pesar de que aún no se tiene conocimiento de la cantidad exacta de las víctimas de la masacre de las minas de Llallagua, La Salvadora, Siglo XX y Catavi, actualmente, se maneja el dato de que la "Masacre de San Juan", dejó un saldo de al menos 30 muertos y algo más de 70 heridos.

"Los militares jamás se fijan si era una mujer embarazada o un niño que está caminando para ellos es meter ráfaga de fusil y ametralladora y nada más", indicó Jiménez.

Referencias:

Documental "la masacre de San Juan en Bolivia, Ministerio de Trabajo

www.lapatriaenlinea.com

Crónicas Mineras de Víctor Montoya

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