El cumplimiento estricto de los lineamientos que orientan la visión institucional de la PolicÃa Boliviana señalan: "Constituirse en una institución humanizada, profesional, cientÃfica, especializada y transparente de servicio al pueblo en el marco de la Constitución PolÃtica del Estado, garantizando una Bolivia segura y el Vivir Bien, con gestión del conocimiento, destrezas gerenciales, recursos materiales y tecnológicos de vanguardia".
Tan evidente es que tanto el ordenamiento jurÃdico vigente y nuestra normativa interna implÃcitamente están recomendando esa transformación hacia polÃticas de participación, cuyos objetivos orientan a tres aspectos especÃficos: primero, mejorar la deteriorada relación entre la comunidad y la PolicÃa, con la esperanza de consolidar un lazo de trabajo donde la comunidad participe en la prevención de la criminalidad.
Segundo, se deben fortalecer las redes sociales existentes bajo la tesis que ello permitirá el desarrollo y consolidación del capital social y a su vez esto se convertirÃa en una estrategia central de prevención de la violencia.
Finalmente, los puntos anteriores sólo se podrán lograr si se consolida el rol activo del gobierno local. Uno de los mayores riesgos que enfrentan estas polÃticas es el desánimo y desconfianza de la población, que puede no estar dispuesta a participar en un esfuerzo sin ver una pronta solución de sus problemas de seguridad. Igualmente, la falta de compromiso real de las instituciones públicas para apoyar estas estrategias genera una disminución de la participación y desconfianza hacia los intentos públicos por articularla. Es prioritario generar una red interinstitucional de coordinación de estas polÃticas, que disminuya la duplicación de actividades y coordine iniciativas de diversos organismos públicos en el tema.
Otra dificultad institucional que afecta los programas de policÃa comunitaria se refiere a la cultura institucional de las policÃas, que se resiste a creer que programas de esa especie puedan enfrentar adecuadamente el crimen y que en consecuencia no aplican los principios que debieran guiar un programa de PolicÃa Comunitaria. En ellas prevalecerá la idea que la mera aplicación rigurosa de la ley basta para controlar el delito".
En definitiva queda mucho por cumplir, no sólo por la Institución Policial, sino por las demás que intervienen en el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, con la finalidad de promover la cultura de Paz y tranquilidad social en el ámbito público y privado.
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