Reluciente negocio con la venta de oro

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Según se recuerda un importante negocio del oro en nuestro país, fue cuando hace años la empresa privada Inti Raymi, acometió por vez primera la explotación aurífera a cielo abierto en yacimientos ubicados en el departamento de Oruro, uno en la provincia de La Joya, Kori Kollo y el otro posterior en la provincia Cercado en Iroco muy cerca a la ciudad.

Desde entonces en que se exportó oro en apreciable cantidad, no se ha producido ningún otro emprendimiento aurífero de esa magnitud, quedando relegada la producción del metal dorado a la que extraen u obtienen los mineros artesanales en la cuenca o márgenes de varios ríos, en algunos casos la mayoría de manera irregular e ilegal, aunque bajo el patrocino de algunas cooperativas mineras.

El negocio del oro atrae a cierta corriente de inversionistas, chinos en buena cantidad, se mencionan algunos colombianos y el resto de operadores son mineros transitoriamente dedicados al lavado de oro en los ríos o como personal de apoyo en algunos casos en que se emplea maquinaria pesada para explotar cantidades importantes de oro.

Algo más de dos meses atrás, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) destacó la comercialización de oro boliviano con destino a la India, negocio que habría permitido a nuestro país en los últimos años una ganancia de algo más de mil millones de dólares. Una cifra considerable, apuntando además que en la gestión pasada del 2018 la exportación de oro en bruto, representó 720 millones de los 723 millones de dólares que en total se recuperaron por la exportación del metal dorado.

Una delegación de la India estuvo en el país y los miembros de esa misión negociaron importantes inversiones con el Gobierno y empresarios bolivianos por un valor de 30 millones de dólares.

Sin embargo no todo lo que brilla es oro� como se piensa, y en ese sentido según el Servicio Nacional de Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom), se detectó que de 11 comercializadoras de oro, sólo 4 tienen su documentación en orden, 5 pidieron plazo para legalizar su funcionamiento y el resto ignoraron las regulaciones para venta de oro.

El comercio del oro ha generado un desequilibrio de obtención de regalías que en un periodo favorecieron a La Paz y luego se trasladaron al Beni permitiendo a ese distrito colocarse en segundo lugar, después de Potosí, en la obtención de regalías. El fenómeno es parte de un proceso de "traslación de cooperativas y mineros del norte paceño a la jurisdicción fluvial del Beni", además con algunas condiciones en las que se ha estado eludiendo el cumplimiento de normas, que ahora son exigibles y que están bajo determinados plazos para su adecuación legal.

De momento, se comprueba que hay una intensa actividad minera aurífera, gran parte de la misma irregular, pero que "entrará" en regla, de modo que la extracción y el comercio del oro en el país, se ajuste a normas vigentes y genere utilidades allí donde corresponde y en justa proporción.