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Jueves 20 de junio de 2019

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Ecológico Kiswara

Jazz un gato cariñoso rescatado de la calle

20 jun 2019

Fuente: LA PATRIA

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Era la noche del 18 de agosto, cuando en las calles Sucre entre La Plata y Soria Galvarro, estaba estacionado un vehículo rodeado por algunas personas que hacían hasta lo imposible para rescatar a un pequeño gato que se había alojado en la parte del eje de una de las llantas. Su maullido lo delató ante los ocasionales transeúntes, quienes se dieron cuenta de lo que sucedía.

La tarea de rescate no fue nada fácil y tampoco se lo podía dejar solo, ya que si arrancaba el motorizado, ese pequeño gatito prácticamente hubiese tenido una muerte segura.

Al lugar llegaron dos varones más, quienes; al pedido de una señora, dos señoritas y un niño, lograron con dificultad sacar a ese pequeño animalito que se mostraba nervioso y muy asustado. Lo interesante del hecho es que una vez rescatado, nadie quería llevárselo a su casa, los dos varones que ayudaron en el rescate pensaron que se trataba de la mascota de una de las mujeres.

Pero no, al final, uno de los muchachos se tuvo que llevar el gato a su casa, bajo el riesgo de que su mamá le llame la atención, quien ya no quería gatos en su casa, porque hasta ese momento ya tenía cuatro adoptados.

Pero no, al final, uno de los muchachos se tuvo que llevar el gato a su casa, bajo el riesgo de que su mamá le llame la atención, quien ya no quería gatos en su casa, porque hasta ese momento ya tenía cuatro adoptados.

Era el riesgo que tenía que correr Raúl, pasaron las horas y el pequeño minino tuvo que ser presentado a la familia, que de inmediato se enamoró de él y lo bautizaron con el nombre de Jazz. A partir de ese momento no le faltó cariño, tampoco alimentación y menos un techo donde dormir.

Muy al margen que pueda ser un minino rescatado, esta criatura pareció entender que su destino era llegar a esa casa de la ciudad de Oruro. Se quedó muy agradecido, lo demostraba mediante su actitud, ya que cuando algún miembro de la familia se acercaba a acariciarlo, comenzaba a ronronear, como lo hace hasta estos días.

Pero no solo eso, sino que cuando duerme, le gusta echarse sobre el pecho de la persona que está en la cama, con sus dos patas le agarra de su cara y comienza a darle de besos, situación que no es muy común en los felinos.

Como dice la dueña de casa: "Solo le falta hablar para hacerse entender", Jazz hace todos los gestos y movimientos posibles para indicar a sus amos, que tiene sed y requiere tomar un poco de agua. Al mismo tiempo, le encanta degustar de sopitas que son sus favoritas, come lechuga y en ocasiones alguno que otro tomate.

Fácilmente se adaptó a su nuevo hogar, con los otros mininos que ya vivían en casa. Cuando observa a algún miembro de la familia, comienza a dar maullidos cortados, como si estaría conversando con las personas, dando a entender qué es lo que necesita o sencillamente preguntado cómo está uno, es fácil percibir esa situación, según contaron los dueños de este gato que a la fecha tiene como un año de nacido, ya que el día que lo encontraron era muy pequeño y se presume que apenas tenía un mes de vida.

Fuente: LA PATRIA
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