Poder y autoridad

En casi la generalidad de los países las personas son investidas de autoridad sin comprender lo que ello implica, significa y causa. La autoridad es un conjunto de cualidades propias de una persona física o moral que motivan el asentimiento personal al requerimiento del sujeto de la autoridad.

Difiere tanto de la coacción física o moral como del asenso fundado en el examen del objeto. El ascenso del entendimiento, entendido como aceptación, basado en la autoridad debe denominarse como fe; el de la voluntad y de la conducta, es decir, la obediencia.

Cuando el asentimiento de la autoridad reposa exclusivamente en la superioridad de la persona debido a su experiencia, saberes, poder y carácter; esta autoridad es personal, y en sí misma no obliga permaneciendo en el ámbito del consejo.

Si la autoridad se basa en una facultad independiente de las cualidades personales del sujeto es la autoridad de oficio y las exigencias son: mandato, orden, prohibición, dentro de los límites de sus atribuciones donde se encuentra implícita la razonabilidad; éstas obligan bajo penalización o castigo.

Imperativo es aclarar la razonabilidad entendida como la búsqueda del imperio del sentido común y la lógica, donde la autoridad debe valorar razonablemente las circunstancias de hecho y la norma jurídica aplicable al caso y la autoridad debe disponer de medidas proporcionalmente adecuadas al fin perseguido por la norma jurídica (teleología o finalidad de la norma).

¿Cómo se estructura el poder?, es un fenómeno de la razón; mujeres y hombres que se interrelacionan en una sociedad estamos sujetos al ejercicio del poder de otros. El rol del poder es saber influir para lograr que el otro haga lo que no quiere.

Mujeres y hombres somos lanzados al mundo indefensos, es decir, sin poder, y a razón de la evolución biológica y cognitiva tomamos conciencia que se debe obtener poder. El ámbito cognitivo y el de la imaginación tratan de lograr la aceptación del otro a través del convencimiento de la narrativa de algo donde se quiere ejercer el poder, empero, cuando el poder se transforma en violencia significa que la persona ha perdido el poder.

Existe un ejemplo paradigmático de la forma que los niños aprenden a utilizar el poder: este espectro de poder comienza con la obediencia a los padres a través de ser complacidos o seducidos por un gusto expresado, sean dulces, postres, juguetes, etc. Cuando se crea y se tolera esta forma de poder de los niños se ejerce presión hasta decantar en la amenaza.

En las instituciones debe ejercitarse el legítimo poder por medio del convencimiento que todos los componentes poseen poder, el cual se debe considerar y respetar. Lo mismo sucede en una democracia donde imperativamente debe existir igualdad entre los iguales. Aquí se presenta la situación de optar libremente de no hacer lo que el otro desea y el decir "no" siempre conlleva un alto precio.

El poder mal utilizado se ejemplifica con la acción del patriarca, cuyas prescripciones no convencen; en este estado usa la violencia para ser obedecido y utiliza además medios de presión morales como la religión, las costumbres y la tradición.

Una razón de intelección de la autoridad es la pedagógica, resultante de la relación paterno-filial que se completa con la autoridad del Estado en materia de educación y ostenta la misión importantísima de reemplazar a la razón fácilmente extraviable del niño y del adolescente y, mientras esta no se basta o no es suficiente a sí misma. Es un complemento de la inteligencia en desarrollo que disminuirá con la edad la necesidad de su actuación, estructurando así una mayoría de edad plenamente lograda.

Para llegar a ese objetivo se debe ayudar a los niños y a los adolescentes que son mujeres y hombres en formación, a cumplir de manera orgánicamente progresiva el espectro de sus obligaciones personales y sociales con un elevado sentido de responsabilidad ante sí, que sería su conciencia moral, y ante Dios.

Con esa evolución y los precitados requerimientos de idoneidad profundamente enraizados en el espíritu se puede aceptar ser autoridad y, con esos atributos, no se perjudicará con el abuso del poder y fallos injustos a los inocentes ciudadanos.

(*) Es abogado, posgrados en Arbitraje y Conciliación, Filosofía y Ciencia Política (maestn), Alta Gerencia para abogados, Derecho Aeronáutico, Interculturalidad y Educación Superior, Docencia en Educación Superior, Oratoria Jurídica, doctor honoris causa, IWA-Cambridge University con tesis aprobada.