Los sue帽os existen no solamente en el hecho de dormir, sino construyendo conexiones entre las sinapsis y neuronas del cerebro para recuperar la posibilidad de enfrentar los desaf铆os de la vida o, trascendentalmente, en la formulaci贸n de proyectos revolucionarios, muy dif铆ciles de conseguir pero v谩lidos en sus contenidos y objetivos finales. Existen en el hecho de pensar reflexivamente en un lugar: un cuarto lujoso o una pocilga, al final no importan demasiado cuando se lleva al pensamiento a la construcci贸n de ideas para transformar materia y mente. Se habla mucho de la Utop铆a para decir que es imposible. Claro que s铆, pero en su exteriorizaci贸n final y nunca en un deseo de mejorar, tendiendo a un imposible, pero no a las etapas que la constituyen aunque peri贸dicamente. En este terreno escabroso, Engels supo aportar a una causa profunda, aunque maldecido, despreciado por incompetentes intelectualmente, los que no supieron apreciar sus proposiciones de cambio trascendental y sus ideas crecen porque la maldici贸n del reparto injusto del excedente productivo contin煤a.
Es un atrevimiento reflexivo y atrevido, el que significa solamente, y m谩s, una aproximaci贸n a determinada parte de las obras de los fundadores de la teor铆a revolucionaria, resaltando fundamentalmente a Engels, un notable fil贸sofo, historiador y pol铆tico que, si bien no escribi贸 tanto como sus otros dos camaradas (Marx y Lenin), lo hizo de manera muy solvente y profunda. Las cr铆ticas de muchos opinadores de distinta laya, recreados o formados en escuelas p茅rfidas del capitalismo voraz, acus谩ndole de mediocre y a la sombra de Marx no tienen asidero plausible y lo menosprecian por ser incapaces de entender su lugar en una construcci贸n te贸rica inmensa, la que dio a luz la transformaci贸n eterna de la Humanidad en el entender de que al transformar la materia debe imprescindiblemente cambiar el esp铆ritu.
Es un atrevimiento reflexivo y atrevido, el que significa solamente, y m谩s, una aproximaci贸n a determinada parte de las obras de los fundadores de la teor铆a revolucionaria, resaltando fundamentalmente a Engels, un notable fil贸sofo, historiador y pol铆tico que, si bien no escribi贸 tanto como sus otros dos camaradas (Marx y Lenin), lo hizo de manera muy solvente y profunda. Las cr铆ticas de muchos opinadores de distinta laya, recreados o formados en escuelas p茅rfidas del capitalismo voraz, acus谩ndole de mediocre y a la sombra de Marx no tienen asidero plausible y lo menosprecian por ser incapaces de entender su lugar en una construcci贸n te贸rica inmensa, la que dio a luz la transformaci贸n eterna de la Humanidad en el entender de que al transformar la materia debe imprescindiblemente cambiar el esp铆ritu.
Una Revoluci贸n, en la Utop铆a final, la de sus fundadores y reproductores l煤cidos, luchadores de muchas 茅pocas hist贸ricas, s贸lo puede existir si es capaz de pensarse constantemente, de revisarse, de renovarse, es decir, de revolucionarse permanentemente. Debe subvertirse una y otra vez para conseguir el avance de todas las liberaciones y el retroceso de todas las dominaciones, las troncales y las de forma. Los revolucionarios cayeron en la podredumbre de la repetici贸n dogm谩tica de los esquemas, de las soluciones discursivas f谩ciles, sin enfrentarse con osad铆a a los problemas en un 谩mbito de profunda reflexi贸n cr铆tica. Las generaciones de revolucionarios que debieron educarse en el comunismo, fueron formadas para justificar los errores del r茅gimen burocr谩tico, utilizando muchos subterfugios como pretexto para respaldar la no siempre competente conducci贸n de la econom铆a y la idiotizaci贸n te贸rica de las masas.
En las preguntas y respuestas de los preclaros pensadores de nuevo tipo: Engels, Marx y Lenin, surgi贸 la Revoluci贸n comunista como posibilidad de propuesta cr铆tica contra la alienaci贸n milenaria de la sociedad humana, en un largo y dif铆cil transcurrir de m谩s de dos centurias, lleno de penurias, de dificultades inenarrables por su naturaleza compleja y sangrienta, atrevida y revolucionaria en su esencia. Mucho se ha dicho sobre este asunto, pero no se ha profundizado en su esencia. Engels no ten铆a ning煤n inter茅s econ贸mico, a pesar de sus ingresos importantes. Marx solamente pensaba en la Revoluci贸n. Lenin vivi贸 pobre toda su vida. Fueron revolucionarios hasta la muerte. El nacimiento, desarrollo y devenir de la Revoluci贸n comunista implic贸 algo muy profundo: la trascendencia de un mensaje que devino en la Utop铆a, la de la naci贸n proletaria internacionalista que no reconoce diferencias de color, g茅nero o sangre, la que se encontr贸 a s铆 misma en su esp铆ritu combatiente para transformar el todo de la sociedad humana y a la Naturaleza en una convivencia sensata del detentador de la inteligencia m谩s realizada y de todos los seres vivientes, sean plantas o animales aunque muchos no lo crean por sus posiciones horripilantes. En la vida es f谩cil encontrarte con la riqueza material, algo no imposible, pero las ideas de justicia representan lo mejor.
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