Es leg铆timo, por su certeza, que se puede acceder al conocimiento de una mujer o un hombre por los libros que lee, como por la sociedad que frecuenta y el 谩mbito intelectual donde se desenvuelve. Naturalmente lo 贸ptimo ser铆a el acad茅mico por el constante acceso a la actualizaci贸n.
驴Por qu茅 sociedad con los libros? porque efectivamente existe una sociedad de libros lo mismo que sociedad de mujeres u hombres, y, ya sea de aqu茅llos o de libros, deber铆amos rodearnos de los mejores libros, adem谩s acercarnos a mujeres y hombres que leen mucho y motivar desde tierna edad a los ni帽os en la lectura.
Un libro, como me espet贸 con cari帽o, cuando ni帽o, mi abuelo Juan Capriles el sonetista de Am茅rica, es el amigo verdadero. El libro es hoy lo que fue ayer y no cambiar谩 nunca, es el m谩s paciente y alegre de todos los compa帽eros. Un libro jam谩s nos ignora en momentos aciagos o de infortunio.
Un libro nos acoge siempre uniformemente: con la misma bondad nos recrea, plantea problemas de intelecci贸n y no se queda callado e inmediatamente nos refiere a los diccionarios; as铆 nos instruye estructuralmente en la juventud y nos proporciona solaz y consuelo formidable en la tercera edad.
Un libro nos acoge siempre uniformemente: con la misma bondad nos recrea, plantea problemas de intelecci贸n y no se queda callado e inmediatamente nos refiere a los diccionarios; as铆 nos instruye estructuralmente en la juventud y nos proporciona solaz y consuelo formidable en la tercera edad.
Mujeres y hombres descubren por s铆 mismos las afinidades rec铆procas por un libro; exacta y absolutamente lo mismo que dos personas se traen entre s铆 por la admiraci贸n que sienten por un influyente tercero: el libro.
Aunque es prosaico el ejemplo lo escribo: "Quien me quiere, quiere a mi perro", empero, ser铆a m谩s justo decir: "Qui茅n me ama, ama a mi libro". El libro en relaci贸n a una uni贸n sentimental, es m谩s verdadero y noble.
El libro nos concede la pauta exacta para poder pensar, sentir y simpatizar con el pr贸jimo por intermedio de su autor y cuando se lee un libro se vive unido a 茅l, y 茅l a nosotros. Un libro es sin duda el monumento m谩s duradero despu茅s de la vida, simplemente porque encierra en sus p谩ginas los mejores pensamientos que el autor gener贸 en sus momentos de inspiraci贸n y, toda la vida de mujeres y hombres, no es sino el reflejo de sus pensamientos.
Los libros como yo los siento, son una esencia de inmortalidad porque son las creaciones indelebles de los esfuerzos humanos; ejemplificando: los templos y los monumentos se desploman y no dejan sino ruinas, los cuadros y las estatuas se convierten el polvo, pero los libros sobreviven.
El tiempo se muestra impotente contra los pensamientos elevados y ellos est谩n hoy tan lozanos y contestatarios como en la 茅poca en que fueron escritos por sus autores, hace siglos.
*Es abogado, posgrados en Interculturalidad y Educaci贸n Superior, Filosof铆a y Ciencia Pol铆tica (maestn), Arbitraje y Conciliaci贸n, Derecho Aeron谩utico, Alta Gerencia para abogados, Docencia en Educaci贸n Superior, Oratoria Jur铆dica, doctor honoris causa (IWA-Cambridge University con tesis aprobada)
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