Coco, el gato dormilón que se salvó de la muerte

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Las mascotas orureñas tienen historias sorprendentes, una de ellas es la de Coco, un gato criollo cuya característica es dormir algo más de 20 horas de las 24 que tiene el día. Muy al margen de esa peculiaridad, se salvó de morir cuando apenas había nacido, ya que su mamá prácticamente estaba inerte luego de dar a luz.

Este pequeño felino, según contó su ama Melina Herbas, nació el 26 de mayo de 2010, en su pequeño cajón que estaba habilitado en el interior de una vivienda particular de las calles Ayacucho casi avenida Brasil.

Ese día, la madre de Coco, de nombre Chica, tenía la característica de avisar que iba a tener a sus crías, por ello, en esa oportunidad, durante la noche molestaba en señal de esa situación.

Melina indicó que Chica sufrió mucho en ese parto, debido a la edad que tenía, diez años. A las 04:00 horas nació Coco, posteriormente llegaron otros tres gatitos con el intervalo de una hora, a diferencia del primero, todos salieron del vientre de su madre, sin vida.

Chica desde ese momento estuvo mal, perdió el apetito. La alimentación de Coco era mínima. Su madre se recuperó luego de un tratamiento, tras estar inerte casi un día y medio.

COCO

El nombre de Coco salió de la abuela de Melina, quien bautizaba a todos sus animalitos machos con esa denominación.

"De niño, era un gatito especial, desde un principio no quería comer otras cosas que no fueran croquetas para chiquitos, y con la leche de su mamá, que murió ese mismo año en diciembre. Coco no era muy afectuoso con las personas ajenas, pero sí con sus dueños", manifestó.

Es un gato que no come carne, alguna vez se alimenta de carne asada o pollo, pero nunca de cruda. Una de sus principales particularidades es dormir, lo hace por lo menos algo más de 20 de las 24 horas que tiene el día.

"Todo el tiempo se la pasa durmiendo, aunque cuando estoy en casa, me acompaña hasta que me voy. Sabe a qué hora me voy, él sabe y vuelve a su cama, cuando vuelvo del trabajo, lo encuentro durmiendo. En la tarde pasa lo mismo y la noche, llego, me espera y me pide comida. Tengo que cambiarle su comida si deja algún saldo, no lo come y yo lo doy a otros gatitos lo que sobra", afirmó.

A las 03:00 horas sale de su casa rumbo al techo, donde le gusta hacer escándalo, juega solo, no quiere que nadie lo mire mientras se divierte.

Con su comportamiento, Melina entendió que el perrito sabe que tiene un amo, en el caso de los gatos, como Coco, está segura que él es amo de los humanos.

"Coco tiene muy seguro eso, porque nos manipula a su antojo. Pide comida a la hora que él quiere y no come cualquier cosa, si no son sus croquetas. Es cariñoso cuando él quiere, cuando quiere que le demos caricias, no cuando nosotros queremos. Tiene un modo particular de mirarte y mostrar su enojo", señaló.

Fuente: LA PATRIA