Quo Vadis Comité Cívico?

Es la interrogante del momento actual, ¿dónde vas Comité Cívico? Y como se presentan las cosas, no se vislumbra un destino posible para que la entidad supracívica del Departamento alcance el objetivo de encaminar las soluciones que tiene Oruro para establecer condiciones apropiadas que le permitan consolidar su desarrollo sostenible.

En los últimos años la injerencia política ha minado la solidez institucional de la principal entidad cívica, distorsionando sus objetivos y alterando hasta sus estatutos para dar paso a la "funcionalidad" de entidades apócrifas manejadas por discípulos del partido oficialista, resquebrajando seriamente la unidad representativa de la institucionalidad local.

Se convoca a congresos "manipulados" desde dos frentes, midiendo fuerza los delegados verdaderamente representativos contra los nombrados "a dedo" por ciertas autoridades, pero con un punto a favor que significa cierta inversión para mover "grupos sociales" que en los hechos no son otra cosa que la representación irregular de la institucionalidad departamental.

Así no se puede concebir un comité cívico fuerte pero independiente y sin contaminación partidista, cuyos dirigentes dediquen su capacidad, esfuerzo y tiempo a solucionar los problemas que retrasan el crecimiento productivo del distrito y postergan importantes proyectos como los relacionados con la reactivación minera, el Puerto Seco, el Parque Industrial y hasta otros de beneficio urbano como el Mercado Central, el embovedado del canal Tagarete y el adecuado crecimiento urbano con prestación de servicios básicos a lo largo y ancho de la ciudad.

El Comité Cívico tiene mucho que ver en la compleja tarea de escuchar a la vecindad, interpretar sus verdaderas necesidades y plantear las mejores soluciones para cada caso, consensuando entre autoridades e interesados, antes de asumir medidas de presión que son parte de la instancia también formal, que puede disponer un Comité Cívico, pero que sea lo suficientemente fuerte por la unidad de su composición interinstitucional, como para enfrentar cualquier contingencia.

De lo que originalmente fue el Comité de Defensa de los Intereses de Oruro, con dirigentes elegidos entre connotados ciudadanos sin compromisos políticos y con la firme convicción de hacer defensa intransigente de los derechos de la orureñidad, las cosas han cambiando paulatinamente debido a la injerencia de algunos malos orureños que "vendieron" la independencia institucional a cambio de prebendas político sectarias.

Estamos los orureños frente a un reto de alta responsabilidad y es que en este mes fenecen los mandatos de dos comités de función paralela, uno de tendencia oficialista y por lo mismo de poca credibilidad y el otro disminuido por falta de apoyo institucional, pero más objetivo en sus demandas. Debe convocarse a un congreso de la entidad, para encaminar la renovación del directorio, el problema es que la credibilidad ciudadana no reconoce plena autoridad a ninguno de los comités.

Parece que este es el momento preciso para que en aras de la unidad de las entidades orureñas, ambos comités depongan intereses, pues están al final de sus mandatos y logren aprobar una convocatoria de consenso para abrir las puertas a todas las representaciones institucionales que estén decididas a defender y reivindicar los intereses de Oruro. Hay que hacer el intento de reunificar a los orureños, entidades de prestigio e independencia reconocidas como la Asociación de Periodistas Profesionales de Oruro y el Sindicato de la Prensa podrían asumir el reto de encaminar la imperiosa tarea de unificar la fuerza de Oruro, hacia un destino de esperanza y desarrollo sustentable.

Fuente: LA PATRIA