Nicole Rojas Irigoyen la número uno del baloncesto boliviano

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Llegar a ser el número uno de alguna disciplina deportiva, es sacrificado, no solo por la preparación que se realiza a lo largo de los años, sino se deja de lado muchas situaciones, amigos, fiestas, familia, incluso estudios, sin embargo, las recompensas siempre llegan y el estar en la cima es el premio de todo aquel esfuerzo.

Así es el camino de Nicole Kimberly Rojas Irigoyen, la número uno del baloncesto boliviano y no nos referimos precisamente a la numeración en su casaca, sino que en la actualidad es la máxima representante nacional en este deporte.

Sus ojos se abrieron en la ciudad de Cochabamba el 29 de mayo de 1994, sin embargo, gran parte de su vida estuvo en La Paz, donde salió bachiller del colegio Bautista Canadiense. Posteriormente, estudio Contabilidad en el Incos.

Su carrera deportiva se inició a los ocho años. La motivación principal, mantener la esencia de la familia, por su naturaleza deportiva. Su papá Mario Rojas, un gran deportista, mientras que su mamá Miriam Irigoyen, profesora de Educación Física. Prácticamente, ambos guiaron sus primeros pasos en el baloncesto, disciplina que la practica desde la edad mencionada. Sin olvidar a su hermana mayor Masiel, quien también la llevó por el camino del básquet.

"Siempre me ha gustado el baloncesto, mi mamá me enseñó lo básico y mi papá a lanzar, entonces, así empecé a jugar. Desde que tengo uso de razón, siempre me llevaron a sus partidos y cuando tuve la oportunidad, ahí fue que ya no dejé de jugar", aseguró.

Su primer club Vida y Unidad en la categoría Premini, con permanencia corta como pasó también con su otro equipo, denominado Uruguay. A los 11 años llegó a la U Católica y fue ahí donde cimentó su carrera deportiva.

En sus inicios, ella debutó con ansias y los partidos le parecían como si fuesen "de pretemporada", en cada juego su objetivo era anotar la mayor cantidad de puntos, "por mí si tenía partidos todos los días, era feliz".

Cuando vestía la casaca de la U Católica, su entrenadora era Lupe Yañez, motivadora para que mejore su juego. Otro de sus entrenadores, el profesor Echalar, de quien rescató lo mejor. Sin embargo, para llegar al sitial donde está actualmente, se debió al sacrificio de su trabajo personal de cada día.

Consideró que, desde los 13 años, cuando jugó frente a varones, le permitió fortalecer su nivel de juego. Sus prácticas eran viendo videos por internet, iba al bosque y a la autopista a trotar. A la fecha se dedica entrenando en los gimnasios, sin olvidar las canchas, donde pone en ejecución lo aprehendido. Con tan solo 13 años jugó en la categoría Cadetes, que comprendía a jóvenes de 16, pero no le importó.

A los 19 años pasó a Univalle, sin embargo, su permanencia en el equipo se puso en duda a raíz de factores externos a ella. Antes de llegar a su club actual, como es Carl A-Z de Oruro, tuvo propuesta del Club Atlético Nacional (CAN). Su amigo Israel Acosta le puso en contacto con Fernando Vallejos quien a su vez la llevó con la dirigencia de su club actual, pero no solo eso, sino que también la motivó mucho para que llegue hasta donde está.

De esa manera se quedó en Oruro para jugar en Carl A-Z. Nicole llegó el 2015 a esta capital. Desde un inicio marcó la diferencia, lo que le permitió conquistar la amistad y el cariño de sus compañeras, mucho ayudó su sencillez, carisma y humildad para engranar en el equipo, la única dificultad, era que debía llegar de La Paz para cada partido de su plantel.

Durante los primeros partidos en Oruro, notó que la forma de juego se lo hacía con más roce y dureza, situación que también era permitido por los árbitros, pero se acomodó a ese estilo de juego, entendiendo que el baloncesto es un deporte de contacto.

En Carl A-Z vivió a la fecha su mejor momento deportivo, por muchas razones, una de ellas, el llevar a la cumbre al primer equipo femenino orureño, se coronó campeón en la historia del baloncesto nacional.

"Ha sido muy gratificante para mí, que seamos las primeras en toda la historia de Oruro. Todo va por pasos, nuestro primer objetivo era ganar el campeonato local, luego ir a las eliminatorias y subir a la Liga, y después ganar la Liga. Mi otro objetivo era ir al Sudamericano de Clubes, pero no se dio, es como que un poco frustrante", dijo.

SELECCIONES

Desde los ocho años, Nicole vistió la casaca de la Selección de La Paz, incluso hasta la categoría Mayor. Asimismo, con orgullo llevó la camiseta de la Selección Boliviana, aunque atravesó por una serie de dificultades. A un inicio la convocaron para ir a un campeonato en Chiclayo (Perú), sin embargo, observó que en el equipo había una especie de camarilla y no estaban seleccionadas las que realmente merecían estar.

Para los Juegos Odesur realizados en Cochabamba en el 2018, Nicole no fue tomada en cuenta en el equipo, pese a ser la mejor jugadora de la Libobásquet. Fue la presión de muchos dirigentes que le permitió ser nominada, una vez en el plantel, primó su forma de juego para ganarse un puesto de titular y junto a sus compañeras lograron un segundo lugar.

Ahora su objetivo es llegar al básquet internacional, situación que podría darse este año. Para ello, mucho tuvo que ver la entrevista que le hicieron en la cadena televisiva Fox Sport, bajo el rótulo de la "boliviana de los lanzamientos imposibles".

"Quiero salir al exterior a jugar, me estoy preparando para eso. Firmé con un agente y quizá se dé este año", manifestó.

Nicole sostuvo que para ser el mejor o la mejor en su caso, solo se debe poner mucha dedicación y realizar un entrenamiento constante, con mucha disciplina, en medio de objetivos, además de mentalizarlos para vivir del deporte, que sí es posible.

Fuente: LA PATRIA